Miradores al mar

Una de las estampas más bonitas que nos podemos encontrar mientras viajamos es encontrar ese rincón desde el cuál podemos ver la infinidad de nuestro planeta. Y eso lo podemos ver en los miradores al mar. Acercarte a la punta de la tierra y encontrarte sólo tú con la inmensidad del mar. Hay pocos puntos desde los que hayamos podido sentir esa sensación en Europa y hoy os los queremos mostrar los mejores miadores al mar:

Península de Dingle – Irlanda

Algunos de los paisajes más vírgenes de Irlanda se esconden en la península de Dingle, el punto más occidental del país. Un recorrido que seguro que no olvidarás es por las carretera que serpentea esta península hasta desenbocar a uno de los miradores al mar.

Entre colinas pintadas de un verde intenso y bahías que esconden bonitos pueblos y aldeas como Dunquin nos encontramos con un paisaje que no deja indiferente a nadie. Por toda la carretera podemos realizar paradas para disfrutar de la inmensidad del mar cobalto. Además os recomendamos realizar algunas paradas por el camino para poder contemplar vestigios de la Edad de Hierro como el fuerte de Dunbeg, u obras más modernas como la abadía de Riasc, del siglo VIII.

Desde Enodius hemos elegido uno de los mejores miradores al mar que hay en la zona, Dunmore Head, este punto os dejará sin palabras al visualizar el poder del mundo. En este mirador podrás contemplar el mar atlántico y con un buen clima incluso puedes ver las islas Blasket.

Cabo Norte – Noruega

En la latitud más septentrional del viejo continente encontramos otro lugar marcado por el mar, el Cabo Norte, otra de los maravillosos miradores al mar. Tienes diferentes formas de llegar a él, con el barco Hurtingruten, que recorre el litoral de noruego o en tren desde Tromso dónde durante todo el recorrido podrás disfrutar de las magníficas vistas del litoral noruego o del Parque Nacional de Stabbursdalen. Una vez hemos llegado, una cristalera nos empaña un poco las vistas, pero esto no lo hace menos impresionante, desde Cabo Norte podremos contemplar el océano Atlántico en todo su esplendor con vistas al infinito cuando parece que el mundo llegue a su fin.

Cabo Finisterra – España

Su nombre ya lo dice todo “el final de lo conocido”, como lo nombraban los romanos o el final del Camino de Santiago como muchos lo conocen. El cabo de Finisterra es un punto final a muchas rutas y por ello no hay mejor lugar para finalizar tu viaje que en esta punta del fin del mundo para acabar con buen sabor de boca.

A sus puertas encontramos el pueblo de Finesterra, donde se inicia la carretera que va recorriendo el precipicio, una buena forma de recorrerla es a pie, por los senderos que se asoman al abismo de este hermoso paisaje. Al final del cabo, encontramos un faro de 1853 y una plaza balconada en los que disfrutar del maravilloso espectáculo que nos ofrecen. Desde Enodius os recomendamos disfrutar de las vistas que nos ofrece este cabo durante el atardecer o el amanecer, viéndose esconder o aparecer el Sol por el horizonte es una visión que todos deberíamos ver una vez en la vida.

Estos paisajes son dignos de ver y disfrutar, pero, como muchos lugares expuestos al mar, es peligroso según las fechas en que se quieran ir a visitar y lo revoltoso que se encuentre el mar esos días, así que si queréis disfrutar de alguno de estos hermosos paisajes os recomendamos hacer una visita a alguna de las páginas del tiempo antes de realizar la visita.