Miramar (4 de noviembre de 2019)

Por Saguzar
Al día siguiente de la llegada a la laguna Mar Chiquita que comenté hace unas semanas (ver aquí) salimos a recorrer un camino rural que lleva hasta el Mirador de Aves Loma de los Indios a unos 6 km de Miramar. Dejamos el hospedaje que era simple y confortable aunque con algunos detalles, pero lo suficiente como para pasar la noche y descansar del viaje. Salimos hacia calles de tierra y el camino se puso bien interesante al llegar a la mitad del trayecto, en un sector llamado Vado Busso, donde un badén pavimentado algo profundo atraviesa un arroyo bordeado por vegetación nativa que escasea debido a su desaparición para dar lugar a campos de cultivo. En el vado vimos muchas especies interesantes y a pesar de estar el cielo bastante encapotado nos la arreglamos  bien para tomar fotos; por la espesa cubierta nubosa la velocidad de disparo era baja aunque lo bueno era la luz uniforme, además de protegernos del sol. De destacar en esta zona son la gran cantidad de cortarramas,  además vimos un solitario sietevestidos serrano que descubrí en fotos luego de regresar del viaje muchos días después, siendo un primer  avistamiento (lifer) para mi llegué a pensar que era un sietevestidos común; otra ave simpática es el carpinterito común, tan diminuto como los más pequeños passeriformes.

Chiflón


Cortarramas (hembra)


Carpinterito común (hembra)


Sietevestidos serrano


Varillero congo (macho)


Viudita blanca


Monterita cabeza negra


Chingolo


Golondrina parda


Pasamos quizás más de una hora  en el vado porque había bastantes especies interesantes, entre ellos chororó que pudimos ver fugazmente y lograr una foto muy mala, pepiteros, tiránidos varios entre otros.
Luego fuimos rumbo al mirador de aves  y en el camino se veían aves en los árboles que flanquean las calles, algunos pudimos fotografiar ya que no siempre es fácil.

Picaflor bronceado


Inambú común


Tijereta


Cortarramas (macho)


Ya en el mirador de aves el ambiente cambia y da paso a un suelo más salitroso, con diferente vegetación y aves también; como las orillas son menos perturbadas se ven más aves de estos ambientes, aunque de todos modos  los árboles crecen hasta 100 metros de la costa y algunos montes todavía permanecen en pie. En la orilla y en el agua proliferan aves en cantidades, las típicas de  cuerpos de agua  hipersalinos, varias de ellas son aves playeras migratorias de ambientes costeros marítimos.

Chinchero grande


Churrinche (hembra)


Churrinche (macho)



Carpintero blanco


Torcaza


Jilguero dorado (macho)


Gallareta ligas rojas




Cuervillo de cañada


Gaviotín lagunero


Flamenco austral


Pato gargantilla


Hornero


Pato de collar (hembra)


Garcita blanca


Torcacita común


Jilguero dorado


Cuclillo chico


Naranjero (hembra)


Corbatita común (macho)


Naranjero (macho)


Desde el mirador





Hornero custodiando el nido


Jilguero dorado tratando de ocupar nido de hornero



Mirador de aves



Ya de vuelta en Miramar recorrimos la costanera y nos detuvimos a tomar algunas fotos sin saber mucho que hacer ya que nos pensábamos ir rumbo a las sierras de Córdoba previo paso quizás por un camping cerca de Miramar a orillas de una laguna. Al pasar por la costanera vimos un hospedaje muy atractivo de fachada y nos dijimos que lindo sería poder estar ahí y quedarnos un día más, con vista a la laguna. Decidimos preguntar el precio y nos pareció accesible y allí fuimos, se llama Apart La Aldea.
Ya contentos con este hospedaje y con las condiciones del tiempo que dieron paso de muy nublado a algo soleado aumentó la temperatura, recorrimos la plaza céntrica donde nos llamó la atención que anidaran a varios cientos de metros del agua varias garcitas azuladas que incluso cazaban pequeños animales acuáticos en una fuente, en el centro mismo del parque. Pasamos también por la oficina de turismo y nos gustó lo prolijo que está esa zona y el enorme cartel en forma de flamenco.

Rayador y gaviota capucho gris


Rayador y gaviota capucho gris



Rayador




Garcita blanca





Luego en horas de la tarde fuimos nuevamente para el sector del Gran Hotel Viena y otra vez vimos numerosas golondrinas negras, con la misma paloma doméstica que desgraciadamente estaba atascada en un postigo del hotel en el segundo piso y todavía con vida, algunos jotes cabeza negra por la cornisa y en una casa cercana una familia de chinchero grande que hicieron un lindo espectáculo en el suelo mientras se alimentaban en una propiedad cercana.

Cardenal común


Volantones de torcaza


Jote cabeza negra


Paloma doméstica 


Golondrina negra (macho)


Golondrina negra (macho)


Gorrión (macho)


Tero bañándose


Chinchero grande


Paloma manchada


Lechucita vizcachera


Antes del atardecer hicimos una recorrida otra vez por la zona del vado para luego tomar un camino hacia la ruta  provincial 3. Ya con el sol iluminando la vegetación destacamos la bandada de varillero congo que posaba sin temor y a la cual pudimos fotografiar  a placer; luego cruzando la ruta continuamos la calle que tenía por la izquierda una larguísima hilera de eucaliptos y allí nos deleitaron con su presencia varios carpinteros campestres además de un crestudo que fue nuestro primer avistaje de la especie, aunque luego lo veríamos varias veces en diferentes puntos de la provincia, de todos modos siempre nos regocijamos con su belleza.

Carancho


Cortarramas (macho)


Misto



Carancho


Pepitero de collar (macho)


Varillero congo (macho)


Varillero congo (hembra)


Crestudo


Carpintero campestre (macho)


Disfrutamos del día de sol a sol y estábamos muy cansados con Jorgelina así que fuimos rumbo al hospedaje. Ya en La Aldea charlamos con Miguel  su dueño que nos prestó dos libros sobre aves y la laguna muy interesantes que disfrutamos mientras descansábamos y nos relajábamos; el día siguiente nos esperaba con más salidas de observación y un viaje hacia la zona de las sierras que más adelante comentaré.