¡Cuesta tanto vivir!
Estoy cansado del show que las televisiones (Todas) hacen de los sucesos que están ocurriendo en pleno siglo XXI. Tragedias horribles, que hacen de esta especie “los humanos” una vergüenza de la que no puedo escapar.
Insolidaridad por doquier, impregnada con dosis de genocidios que rompen la cordura más esencial para sobrevivir dignamente.
Supongo, siempre ha existido la codicia y me da la impresión, que para que halla una cosa ha de coexistir la otra, y ambas, conviven separadas la una de la otra, pero juntas sin saberlo, casi con normalidad en nuestros quehaceres cotidianos, nos alejan de la realidad más cruel de quienes lo padecen, como si cualquiera de nosotros no pudiera sucumbir y padecer esta realidad, que cada día nos sacude.
Manipulación dirigida por múltiples intereses, que tergiversan con total impunidad una realidad tan cotidiana, que la hemos normalizado.
Hambruna, plagas disfrazadas de enfermedades que azotan a los más vulnerables, van apareciendo casi por casualidad, para que las industrias farmacéuticas se froten las manos con el regalo. Guerras interminables, que disfrazadas de la defensa de religiones (y no me refiero a ninguna en particular) en post de no se qué y que sólo benefician a las empresas armamentísticas, que hacen todo lo posible para que la necedad de esos pueblos, sigan inmersos en el odio y así, no piensen, no valla a ser que despierten y paren…
Ya no basta resignarse ante este retrato pesimista que describo, ya no puedo mirar a otro lado y seguir como si nada. Me duele la indiferencia, lo corrosivo de la actitud cotidiana que nos arrastra a seguir inmersos en nuestros móviles de última generación, plagados de información instantánea, pero que curiosamente, nos aleja cada vez más del presente mas inmediato.
O soltamos lastres y empezamos a solidarizarnos con el planeta en dónde vivimos, o pronto, padeceremos nuestra propia ineptitud ante lo que estamos sembrando, es cuestión de tiempo.
Es curioso, aparecen progresos increíbles en medicina que mejoran nuestra supervivencia alargando nuestra estancia en este planeta, pero al mismo tiempo, somos capaces de destruirlo en un santiamén, que incongruencia.
Así esta el patio amig@s, esta sólo es mi reflexión en Mi Camino de Vida
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