Mircea Eliade.Oceanografía.Traducción de Joaquín Garrigós.Hermida Editores. Madrid, 2020.
Como un “intento de examinar la vida cotidiana del alma, de resolver de nuevo seriamente los problemas sencillos (a los que nadie toma en consideración ya sea porque son demasiado grandes o demasiado sencillos)” define Mircea Eliade (Bucarest, 1907-Chicago, 1986) su Oceanografía, que edita Hermida Editores con traducción de Joaquín Garrigós.
Es una amplia colección de ensayos que se publicó por primera vez en 1934 y que en su mayoría no han perdido vigencia porque tienen como eje de referencia los comportamientos humanos y trazan, como señala el mismo Mircea Eliade, “una oceanografía del alma contemporánea.”
No hay en la variedad temática de estos ensayos breves ni análisis ni revelaciones ni conclusiones, sino divagaciones y testimonios de la experiencia personal, constataciones de hechos y reflejo de estados de ánimo.
Entre la inicial Invitación al ridículo -“Todo lo que no es ridículo es caduco”; “el acto que, en mayor o menor medida, no es ridículo es un acto muerto”- y la final Invitación a la virilidad -“Que la acción sea nuestra vida”-, se suceden en estas páginas oceánicas temas como el dolor y la muerte, la verdad y el azar, la divagación y el conocimiento, el sueño y la soledad, la libertad y la experiencia, la felicidad y la escritura, la crítica de la moda masculina, el sexo y la novela policiaca, las mujeres superiores y los hombres superiores, la amistad y la vejez, el cine y la literatura o la función de la filosofía..
Quizá lo mejor del libro sean las casi cincuenta páginas de Fragmentos que en su concentrada brevedad resumen muchos de los temas y los enfoques de una Oceanografía que aborda desde distintos ángulos la condición humana y el sentido de la vida y que se cierra con estas líneas:
Hay tanta muerte a mi alrededor que ni siquiera sé cómo refrenar la salvaje alegría que me da pensar que de todos estos cadáveres se levantará mañana otro mundo.
Santos Domínguez