Mireia Belmonte

Publicado el 07 diciembre 2014 por Toni_delgado @ToniDelgadoG

Mireia Belmonte, en el Mundial de piscina corta de Doha


La megafonía de la estación anuncia la llegada del último tren de la noche. Entre los pasajeros aparece, imponente, un fornido colaborador de programa basura, al que un grupo de adolescentes no se atreve a pedirle un autógrafo o un selfie. "¡Me encanta!", dice luego una de las chicas, mientras el resto coge aire. Admiran a un hooligan televisivo que grita, descalifica y se pelea en directo, aunque sea por exigencias del guión.

Puede que ninguno del grupo reparase que horas antes Mireia Belmonte había cerrado su participación en el Mundial de Doha de piscina corta quedándose a tres centésimas de su quinta final; que la nadadora de Badalona se ha colgado cuatro oros, dos de ellos con la mejor marca de siempre; que estas fiestas, según ha confirmado su entrenador, Fred Vergnoux, en Tiempo de Juego, de la Cadena Cope, sólo descansará el 24 de diciembre y el 1 de enero; que el día de Reyes estará entrenándose en Sierra Nevada, donde su jornada será todavía más dura. Y eso que en el CAR de Sant Cugat empieza a entrenarse a las siete menos cuarto de la mañana y acaba pasadas las siete de la tarde. Una agenda que incluye dos horas de estudio del grado de Publicidad y Relaciones Públicas de la UCAM y unas ocho de entrenamientos. El resto es para comer y ducharse. Poco más.  Mireia Belmonte nunca mira atrás. Compite para ganar, sea la competición que sea, y no busca excusas. Es tan transparente que pone cara de niña cuando gana, chapotea para celebrar sus gestas y tiene la humildad de agradecer el apoyo de quienes le ayudan. Alguien que sorprende y se sorprende a sí misma. En cómo la define Katinka Hosszu, una de sus grandes rivales —"es bueno tener a Mireia aquí. Haber perdido contra ella me da una motivación extra para las otras pruebas"— vemos que Mireia sí que tendría que ser una referente para una juventud que tiene más fácil admirar a personajes como el del principio. Sólo hay que echar un vistazo a la programación de la TV.