Revista Coaching

Mis 11 verdades sobre encontrar tu vocación

Por Coach De La Profesional @scientistcoach

Uno de los temas sobre los que más me escriben y preguntan es el de encontrar tu vocación.

Hay muchas personas que se sienten infelices o incompletas por ese tema, así que hoy comparto contigo mis once verdades.

Y digo “mis” porque no son verdades universales, claro.

Es mi opinión basada en mi propia experiencia y tras años trabajando con mis clientes.

Empezamos…

Aquí tienes el podcast si prefieres escuchar:

1.Hay personas que tienen su vocación clara desde pequeñas y se dedican a eso y son felices. Las hay.

Pero no es lo más frecuente.

2. Hay personas que después de muchos años descubren que su vocación ya no les llena o que les cansa.

Es normal y no pasa nada, hora de cambiar. Pero se resisten porque era su vocación y, sobre todo, por los años o esfuerzo invertidos.

3. No siempre tienes por qué dedicarte profesionalmente a tu vocación, puedes decidir que sea una afición y disfrutarla de esa manera.

Por ejemplo, desde pequeña he tenido dos vocaciones, sin dudarlo, la ciencia y la egiptología.

En su momento tuve que elegir y opté por la ciencia porque la carrera me gustaba más. Nunca me arrepentí ni siento ahora que quiera ser egiptóloga.

Eso sí, me pasé años leyendo, comprándome figuritas, viendo documentales y hasta haciendo un curso de jeroglíficos. Introduje una vocación, que decidí que no iba a ser profesión, como afición.

4. No pasa nada si no encuentras tu vocación rápido. No es una carrera, no tienes una tara, no eres inferior ni tienes ningún problema. A veces aparece con los años. A veces no.

5. No hay edad para encontrar tu vocación. Para mí fue desde pequeña pero puedes encontrarla a cualquier edad.

6. Puedes tener una vocación y cuando te pones a estudiar la carrera o a trabajar darte cuenta de que en realidad no, que no era lo que esperabas.

Es normal, hasta que no pruebas las cosas no lo sabes.

Hay montones de personas que empezaron con ilusión una carrera y luego no les gustó o no les gustó dedicarse a ello. Porque la vocación suele ser una idealización hasta que la pruebas. 

7. No hay una máquina/ejercicio/test/pastilla mágica donde metas tus datos y te salga un papelito: aquí tiene su vocación. 

Hay tests que te pueden indicar fortalezas, habilidades, etc, pero no tu vocación.

Por eso te puedes sentir frustrada si no encuentras a alguien que te diga suma esto, resto esto y ya tienes la formula. No existe. Deja de buscarla así.

8. Tu vocación no implica ser feliz siempre, no trabajar ni un día en tu vida (como dice la famosa frase), no cansarte, no desmotivarte y que te salgan corazones por los ojos cada minuto.

Habrá momentos duros, partes que no te gustan, etapas de desmotivación, dudas, cansancio. Aunque en general te encante tu trabajo y sientas que estás donde tienes que estar.

9. ¿Cómo sabes que has encontrado tu vocación? Lo sabes.

Porque no te imaginas viviendo sin eso (aunque puedas, pero eso es otra historia, no es bueno aferrarse a “yo sin esto ya no sería yo y me moriría” – yo lo pensaba antes con la ciencia y mírame ahora). 

Por ejemplo yo con la ciencia, es lo que quería ser desde que tengo uso de razón, me hacia muchísima ilusión, me imaginaba  en laboratorios, tenía grandes sueños y objetivos como curar el cáncer y ganar el Nobel (como buena soñadora ambiciosa que soy, no tienes por qué pensar igual jajaja).

No había nada que me hiciera desistir, me apasionaba todo lo relativo a la ciencia. Se me iluminaba la cara.

Idem con la egiptología.

(¿Y porque no vuelvo a la ciencia? Nunca se sabe y menos conmigo jajajaja pero ahora estoy bien como estoy).

Después descubrí el coaching y nada más leer de qué iba pensé “me encantaría hacer eso y se me daría bien”. Pasó un tiempo hasta que lo pude estudiar, cambié de carrera y llevo desde el 2010 dedicándome a eso.

¿Lo considero una nueva vocación? No. Mi vocación es la ciencia.

Pero es algo que me gusta, se me da bien, me recarga las pilas y me hace feliz. No necesito que sea mi vocación.

Luego descubrí el doblaje.

Lo empecé por probar, de hecho le dije a una de las profesoras que no quería dedicarme a ello solo divertirme (se rió en mi cara). Luego decidí (como bien sabía ella) que sí quería dedicarme a eso, estaba atrapada… : ))

Ahora al escribir esto compagino ambas carreras, tras cinco años estudiando doblaje mientras trabajaba a la vez como coach.

Años que fueron duros porque es muy difícil pero que disfruté muchísimo. ¿Es mi vocación? No

Pero es lo que más me apasiona ahora mismo.

Me quitas el doblaje y me matas en vida. Me recarga las pilas, se me pasan las horas, soy feliz, reúne muchos de los requisitos que necesito para ser feliz profesionalmente.

Pero no es mi vocación. Ni falta que hace.

No voy buscando vocaciones. Y te recomiendo que tú tampoco lo hagas.

Voy disfrutando de lo que hago, probando cosas que me interesan y desarrollándolas más si me enganchan. No hay más.

No he vuelto a sentir ese tipo de casi obsesión como con la ciencia. Y no me ha hecho falta.

Con que sea algo que me apasione y me aporte lo que quiero me basta y me sobra : ) La obsesión quizá tenía mucho que ver con la idealización.

Vamos a los dos puntos más importantes, en mi opinión.

10. Deja de obsesionarte con la búsqueda de tu vocación como si fuera el Santo Grial.

Busca algo que te interese y ve probando y si te engancha e interesa más sigues y si no es así CAMBIAS. 

Así encontrarás aficiones, pasiones, quizá tu vocación y te conocerás mucho mejor. Y disfrutarás más de la vida.

11. No pasa nada si no encuentras tu vocación.

Ya veo que te chirrían los dientes y los ojos te dan vueltas. Lo sé. Nos han educado para encontrar nuestra vocación o en caso contrario considerarte un infraser, inútil redomado, fracasado sin parangón.

NO ES ASÍ.

Después de años de experiencia trabajando con clientes, y habiendo cambiado de carrera y hecho varias cosas muy diferentes te puedo decir que…

Lo verdaderamente importante para sentirte realizada profesionalmente es saber que sigues el camino que tú has elegido, TÚ, y, además, ser capaz de cambiar cuando llega el momento.

Si consigues eso serás feliz y te sentirás realizado.

Y para conseguir eso y no sentir que te falta algo, para conseguir algo que de verdad te aporte lo que quieres necesitas saber lo que quieres.

Tener claros tus valores (para saber bien qué te hace feliz y qué te llena), tus prioridades, necesidades y criterios profesionales.

Saber afrontar imprevistos, tomar decisiones y superar miedos. Para que tú también puedas decir sé lo que quiero, sé que es el camino que quiero. No sé si es mi vocación, no se si me va a apasionar (o a lo mejor sí), pero voy a probar…

Eso entre otras cosas te lo enseño en mi programa de cinco semanas “Qué hacer cuando no sabes qué hacer”.

¿Vas a encontrar tu vocación?

No lo sé. Pero sí vas a decidir tu siguiente paso.

Puede ser mantener tu trabajo, dejarlo e irte a California a estudiar oceanografía, dejarlo y lanzar tu propio negocio de coaching, dejarlo y estudiar jardinería (todo estos son casos reales).

¿Cuál será tu siguiente paso? Aquí te ayudo a descubrirlo. 
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