Es más: uno sentenciaba, líder él de la conversación, que era la mejor opción, porque la ropa volvía doblada, limpia y al armario.
Es decir: mi alumno y sus secuaces viven en una casa domótica. Lo sospechaba, pero cada vez estoy más convencida de que viven en la mayor gloria de las altas tecnologías: mamá-robot hace todo, papá-mola me da los caprichos. Podría rubricar con la feliz sentencia de un antiquísimo alumno, cuando le preguntaba qué pensaba hacer después de marcharse del colegio: "¿yo, profe? Nada: vivir de mis padres todo lo que pueda".
Papá, mamá: que vuestros pequeños ya son mayorcitos, que saben mucho más de lo que os hacen creer. Que no os engañen con falsos testimonios de lo dura que es la ESO y la gran cantidad de deberes que hay que hacer... Y que saben entrar en Tuenti con vuestros teléfonos móviles cuando vosotros no estáis...