Mis arias favoritas (V) - La leyenda de Kleinzach

Publicado el 03 junio 2010 por Maac @Elblogdemaac
Si tuviera que elegir un fragmento de Los cuentos de Hoffmann de Offenbach, sin duda alguna me quedaba con la Canción de Kleinzach, aunque me tira mucho "Elle a fuit la tourterelle" y no olvido tampoco "Les oissaux dans la charmille", la Barcarola me tiene un poco cansado.
Alfredo Kraus, en 1988 exhibía todavía unas condiciones vocales asombrosas y una pariencia juvenil a la hora de desenvolverse sobre el escenario, lo podemos ver en un vídeo procedente del viejo Liceu cantando "Il était une fois à la cour d'Eisenach" o la Leyenda de Kleinzach. Yo, desgraciadamente, no estuve allí, pero lo vi por televisión y lo recuerdo como si fuera ayer:



Había una vez en la corte de Eisenach un pequeño engendro llamado Kleinzach. Llevaba gorro militar, y sus piernas hacían ¡Clic, clac! ¡Así era ese Kleinzach! ¡Tenía una giba a guisa de estómago! ¡Sus pies sarmentosos parecían emerger de un saco! Su nariz estaba negra de tabaco,
y su cabeza hacía ¡Cric, crac! ¡Así era ese Kleinzach! En cuanto a los rasgos de su rostro...
Parece quedar poco a poco absorto en su recuerdo.)
En cuanto a los rasgos de su rostro ¡Ah! su rostro era encantador. Lo estoy viendo, bello como el día en que, corriendo en pos de ella,abandoné como un loco la casa paterna y huí a través valles y bosques. Sus cabellos, en oscuras lazadas, sobre su elegante cuello proyectaban cálidas sombras. Sus ojos, nimbados de azul, lanzaban a su alrededor una luz fresca y pura
y, cuando nuestro carruaje llevaba suavemente nuestros corazones y nuestros amores, su voz vibrante y dulce lanzaba a los cielos que la escuchaban una canción cuyo eterno eco aun resuena en mi corazón.
NATHANAEL: ¡Oh, cabeza loca! ¿A quién diablos estás pintado?... ¿A Kleinzach?
HOFFMANN: ¿Kleinzach? ¡Hablo de ella!
NATHANAEL: ¿De quién?
HOFFMANN: (volviendo a la tierra)¡No!... ¡Nada! Mi mente se confundía. ¡Nada!... Y Kleinzach vale más por muy deforme que sea. Cuando bebía demasiada ginebra o aguardiente... ¡había que ver flotar los faldones de su frac! Como hierbas en un lago, ¡y el monstruo hacía flic, flac! ¡Así era, así era ese Kleinzach!