Sapho (1851) fue la primera ópera que compuso Gounod, la estrenó la mezzosoprano Pauline Viardot y no forma parte del repertorio habitual; sin embargo, sí se suele incluir en muchos recitales su aria final. La ópera se centra en el desdichado amor entre la célebre poetisa griega y Phaon, que se debate entre el amor a Sapho y a Glycère; termina con la traición de Glycère, el sacrificio de Sapho y su posterior suicidio sumergiéndose en las aguas del mar. Pero instantes antes del desenlace la protagonista canta un aria de muy estupenda factura que refleja perfectamente tanto la desolación como la nobleza y dignidad del personaje. Me recuerda mucho al aria de despedida de Dido en Les Troyens. Una magnífica intérprete tanto del aria de Sapho como de la de Dido fue Regine Crespin:
Podemos encontrar bastantes versiones que contrastan con la de Crespin, yo me centraré sólo en cinco: Montserrat Caballé que en la última etapa de su carrera, a pesar de que la voz estaba ya tocada, aún era capaz de abrir el frasco de las esencias, estamos hablando de 1995; Marilyn Horne que la incluía en un recital grabado en los años sesenta, se titulaba "Souvenirs of a golden era" y estaba dedicado a Pauline Viardot y Maria Malibran, muestra una voz mucho más carnosa -y cavernosa- que Caballé pero bastante menos sensual o bastante más trágica; más modernamente la grabó Madalena Kozena, no la encuentro especialmente inspirada; si retrocedemos a 1909 podemos escuchara Ernestine Schumann Heink, su interpretación suena muy anticuada, con razón puesto que lo es, tengamos también en cuenta que la cantante tenía ya 50 años -había debutado profesionalmente a los 16-; finalmente Grace Bumbry, un timbre también carnoso, logra conjugar fuerza dramática y belleza vocal.