Jack Holbrook Vance es uno de los escritores de ciencia ficción más originales e imaginativos que existen. Es capaz de crear mundos sorprendentes con gran verosimilitud gracias a los innumerables detalles y a la interrelación de sus personajes. Es un hombre que, con sus escritos, ha logrado en mi adolescencia captar el interés por lo insólito y despertar una imaginación que amenazaba por aquel entonces en derramarse.
Vance significa "describir lo imposible", más allá de la historia, de la gramática y otros elementos. Aquí lo que realmente importa es hacer un ejercicio de inventiva, y creo señores que este hombre ha superado a muchos otros.
Vance sitúa las aventuras de sus personajes en un abanico de culturas de lo más variopintas, la mayoría con tintes pseudo-feudales, y se explaya en señalar detalles como el tipo de ropa, que comen, sus armas, sus artefactos, su ciencia, su religión,... De esta forma, poco a poco, sus mundos obtienen credibilidad.Los críticos aún hoy en día no se ponen de acuerdo en considerar a Vance un escritor de ciencia ficción o de fantasía. En El Ciclo de Tschai, Vance demuestra una apasionante imaginación describiendo a las cuatro razas protagonistas de sus cuatro libros, en una demostración evidente de ciencia ficción. Sin embargo, en La Saga de la Tierra Moribunda reemplaza la ciencia y la tecnología por la magia en los últimos años de la existencia de vida en el planeta debido al inminente fallecimiento del Sol. Vance en este libro no se toma muy en serio el género fantástico, por lo que no suele ser una novela de los amantes de dicho género.Sus novelas, sin llegar al extremo de space operas, se enmarcan en un género de aventuras y viajes que navega entre el género fantástico y el de ciencia ficción. Por supuesto, Vance no es un escritor considerado hard, aunque si es cierto que su imaginación y su detallismo le convierten en uno de los grandes creadores de civilizaciones.