Mis ex

Publicado el 18 febrero 2012 por Josesanclemente

  Últimamente voy acumulando llamadas de mis ex. Son excompañeros y excompañerasdel sector de las empresas informativas que están perdiendo su trabajo en las radios, televisiones y periódicos de nuestro país.
Cuando me llaman, la mayoría lo hacen para decirme que son conscientes de que no encontrarán trabajo en otros medios de comunicación, e incluso que están pensando en abandonar el sector. Otros, más radicales, piensan en abandonar el país: formarse fuera, aprender idiomas o, simplemente, buscarse la vida en otras fronteras.
Empiezo a acumular curriculums de personas con las que he trabajado en uno u otro momento y que desconocía con detalle su alta formación , sus inquietudes y hasta sus hobbies.Tengo, con ello, una sensación de reencuentro en la que se produce una intimidad que no había conseguido con ellos cuando estaban a mi lado, en los medios de comunicación que compartimos laboralmente.
Empiezo a reunir suficiente personal para montar un par de diarios y me temo que en breve hasta tres. Pero sobre todo tengo la convicción de que ellos no son los responsables de que sus medios estén cerrando o pasen serias dificultades económicas y , sin embargo, son los que están pagando la crisis de la empresa periodística.
Por detrás vienen nuevas hornadas de periodistas, sobre todo, audiovisuales que ya saben que les espera un sinfín de puertas cerradas o, en el mejor caso, de trabajos mal pagados. Algunosme llaman para consultarme cómo veo un proyecto que quieren emprender en la red porque ésta no tiene barreras de entrada, pero si mucha competencia.
Los viejos periodistas ya no volverán. Recibieron en el mejor de los casos una indemnización razonable, que hoy ya no sería posible alcanzar, y orientan su vida de forma pausada y hacia otros horizontes. Los jóvenes, que están abandonando forzosamente los medios, andan despistados y lanzando curriculums con poca esperanza.
Se que esto es común a muchas profesiones. Los parados de los medios de comunicación son una ínfima parte de los cinco millones largos de nuestro país. Pero puedo asegurar que el goteo no ha acabado, porque no se ha tocado fondo en este sector y, sobre todo, porque a nadie se le ocurrirá crear nuevos medios en este contexto. Mucho antes volveremos a ver la actividad de las grúas levantando de nuevo edificios y eso, parece, que también tardará tiempo.
Mis ex no solo están pagando la crisis general sino la de unos medios que no han podido aguantar ante las nuevas tecnologías, la gratuidad de la información y la falta de apoyo de los consumidores y anunciantes. No lo tienen fácil.