Debo de admitir que tengo una debilidad por Soshanna. Zosia Mamet borda su papel y llena de matices a Soshanna, a la que basta mirar en cualquier escena para saber que es una mente inquieta y en ebullición constante que siempre está sintiendo y pensando algo. Su año universitario de "libertad" -en especial de liberación sexual- no ha resultado ser todo lo satisfactorio que ella creía que sería. Un suspenso de última hora ha desmoronado todos los esquemas vitales que tan planificados tenía. Ni los estudios ni sus novios predeterminados ("eres tan estúpido...") han conseguido hacer plena su vida. Pasada la emoción de los primeros meses de liberación, ha comprendido que todo eso no la llena, que ella no es así, que ella quiere a Ray y la estabilidad que él le ofrece. Sin embargo, aquí es cuando viene la "sorpresa": ella se declara, pero él la rechaza. Esta decisión por parte de Ray es muy racional y viene a apoyar la evolución de los hombres que ya mencionábamos antes. Él ya ha pasado página, ha madurado, y es consciente de que esos cambios los impulsó Soshanna, es consciente de que ella le hizo mejor, pero también es muy consciente de que volver a caer en lo mismo sería un error. ¿Es que se acabó el amor? ¿Lo hubo alguna vez? Su decisión, tan fría y calculada, y ese "perseguimos objetivos diferentes" dejan una inevitable sensación amarga en el espectador. Este season finale, al contrario que el que cerró la segunda temporada, parece destinado a ser la antítesis del anterior: no habrá, de momento, más finales románticos de cuento de hadas. La vida siempre da una de cal y otra de arena.
Girls tiene muchas lecturas y está abierta a muchas interpretaciones posibles, no estoy diciendo que la que yo realizo sea la correcta, la mía tan solo es una más. Esta es la opinión más de alguien que sí ha disfrutado plenamente la gran mayoría de los capítulos de la tercera temporada de Girls y que seguirá allí en la próxima. ¿Seguiréis también allí vosotros?