Y ahora, vamos al tomate, que (ya lo sé) es lo que os interesa. Dice Goodreads, donde anotó (casi) todo, que este año han sido 120 libros y más de 30.000 páginas leídas. Una barbaridad, si me preguntan, no tengo esa sensación al respecto. Pero si, es verdad, que tengo mucho donde escoger cuando me he puesto a pensar, porque ahora soy consciente de que he leído durante el año unas cuantas cosas que verdaderamente me han fascinado. Así que, sin orden ni concierto (ya bastante tengo con escoger), aquí van mis DIEZ (sin contar relecturas) mejores lecturas de este 2024:
Chamanes eléctricos en la fiesta del sol, de Mónica Ojeda
La apelación, de Janice Hallet
Los escorpiones, de Sara Barquinero
Si en Chamanes eléctricos en la fiesta del sol hablaba de que algo comenzó antes de que el libro saliera a la venta, otro tanto parecido sucede con Los escorpiones de Sara Barquinero. Sin embargo, en vez de ser un palpito, fue más una frase: novela de novelas. Ah… lo que me pierde a mi algo como eso. Ochocientas y pico páginas de teorías de la conspiración, suicidios extraños, creepypastas, videojuegos malditos, deep web y nihilismo. Los escorpiones es una novela ambiciosa como pocas que recorre un largo, emocionante y perturbador viaje que permite al lector explorar la realidad actual, sobre todo si es nacido en los noventas. Es, también, una novela de novelas, como decía la sinopsis, que hace convivir varias novelas cortas a la vez que forman parte de un todo, aunque son más o menos aisladas, al puro estilo David Mitchell. Y es, sobre todo, el retrato de una generación, que vive con angustia vital, que buscan sentir que su existencia tiene (más de) un sentido.
El cielo de la selva, de Elaine Vilar Madruga
La bahía del espejo, de Catriona Ward
La península de las casas vacías, de David Uclés
Los últimos jinetes de dragón de Bowbazar, de Indra Das
Al final de la oscuridad, de Sequoia Nagamatsu
Limítrofes, de Cristina Jurado
Viento y verdad, de Brandon Sanderson