Revista Cultura y Ocio

Mis momentos Eurovisivos (I): 1974-1998, de Waterloo a Israel

Publicado el 19 mayo 2015 por Leira
Como este sábado es la final del Festival de Eurovisión (donde España tiene la plaza asegurada), nada mejor que recordar mis momentos entorno a este mítico festival. Estoy de acuerdo en que hoy en día se puede considerar como una fórmula algo desfasada, pero también es cierto que sigue siendo imprescindible la cita anual de canciones europeas. Además, si queremos una Europa sin fronteras, este festival es la excusa perfecta para, al menos, una vez al año unirnos.

Para comenzar, lo haré con la canción ganadora el año de mi nacimiento: 1974. Lógicamente, no me acuerdo, ya que cuando se celebró el festival, ni si quiera había nacido. Sin embargo, no quiero pasarla por alto, al ser elegida como la mejor canción de Eurovisión de todos los tiempos. No es otra que Waterloo de Abba. Desde entonces Suecia siempre trata de homenajear a los Abba con su canción, que según tengo entendido, cuando salieron, todo el mundo sabía dónde se iba a celebrar el festival al año siguiente…


Mi memoria eurovisiva comienza en el año 1981, cuando el país ganador fue United Kingdom (o el "uanamino" que tanta gracia nos hace). Un grupo llamado Bucks Fizz, considerados los Abba ingleses y la canción se titulaba Making your mind up. Recuerdo que me volvía loca y un día la escuché en unos campeonatos de patinaje. Hoy en día no me gusta tanto ya, pero siempre quedará en mi memoria. Está claro que los Abba marcaron un antes y después en Eurovisión.

Todos los años, hacia principios de Abril, empezaban a poner el video-clip de la canción que nos representaría en esa edición (era elegida por un jurado y el público no tenía nada que ver… que eso, vino después). Normalmente nos gustaba, pero en el año 1983, parece que aquello no nos acababa de convencer. Una cantante de flamenco llamada Remedios Amaya se plantó descalza en el escenario con un tema llamado Quién maneja mi barca. Nadie nos votó, sin embargo, hoy en día esta considerada esta actuación como un auténtico hito dentro del festival. El cero en eurovisión es casi como haberlo ganado (y mucho mejor que lograr sólo 1 punto).
Al año siguiente, la canción nos gustó mucho más (sobre todo, entre las niñas de mi clase). Un grupo vasco llamado Bravo nos contaba la historia de una mujer llamada Lady, lady. Como curiosidad, saber que la cantante principal, Amaya Saizar, era la voz del anuncio de las galletas Fontaneda (que no encontré por ningún lado, pero que decía "qué buenas son las galletas Fontaneda, las María Fontaneda"). Un tercer puesto, que si el próximo sábado se consigue nos sabría a victoria absoluta.

Para acabar la década de los 80 (con posiciones irregulares para España), destacar la canción de 1988 de un grupo que se dedicaba a recordar la década de los 60 y que se llamaban La década prodigiosa (todavía siguen haciendo bolos después de múltiples cambios en su formación). El título de canción sonaba a etiqueta de producto: Made in Spain y venía a decir que querían una chica que fuera eso, "made in Spain". La actuación fue algo decepcionante con bastantes desafines en las voces solistas. Un puesto 10º, que ya hubieran querido muchos algunos años después… Una de las canciones que más cantábamos en aquella época.

Comenzaba una nueva década y se eligió el flamenco-pop con las Azúcar Moreno, las hermanas Salazar (familia de LosChunguitos, que tanto amenizaron los viajes de toda una generación en la que ni autopistas había). Con anécdota incluida (hubo problemas con el play-back), lograron un 5º puesto con una canción llamada Bandido. No la vi en directo y siempre recordaré esta edición por encontrarme en cierto centro comercial donde tienen fama de atender bien al cliente (y, precisamente, por querer que me lo grabaran, descubrí que su fama es totalmente inmerecida). La actuación es de la más recordadas del festival y menos mal que ahora existe la depilación por láser (chicas, ¿no conocíais la cera?).

Al año siguiente, un catalán pequeñín que se hacía llamar Sergio Dalma nos invitaba a bailar pegados. Un 4º puesto que supo a poco, ya que fue una de las mejores canciones que tuvimos nunca en Eurovisión.
A partir de ese año, este festival vivió sus peores horas e incluso sonaba a que pronto llegaría su final. Muchas canciones españolas casi ni se escucharon y muchos seríamos incapaces ni de recordarlas. Sin embargo en 1998, con la polémica Dana Internacional representando a Israel, el festival resurgió (al menos en España). La canción todavía se recuerda y quedó claro que Israel es una gran potencia en este festival (es raro que su canción no me guste y quién no recuerda el Abanibi o el Aleluya que tanto disgusto le ocasionó a Betty Misiego).

(Continúa mañana...)

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