Decía Walt Whitman que la poesía es el instrumento por medio del cual las voces largamente mudas de los excluidos dejan caer el velo y son alcanzados por la luz; Gabriel Celaya, que era un arma cargada de futuro; Harold Bloom, que si la poesía no podía sanar la violencia organizada de la sociedad, al menos podía realizar la tarea de sanar al yo; y George Steiner añadía que el canto y la música son simultáneamente, la más carnal y la más espiritual de las realidades porque aúnan alma y diafragma y pueden, desde sus primeras notas, sumir al oyente en la desolación o transportarlo hasta el éxtasis, ya que la voz que canta es capaz de destruir o de curar la psique con su cadencia.
Por su parte, Johann Wolfgang von Goethe afirmaba que cada día u
n hombre debe oír un poco de música, leer una buena poesía, contemplar un cuadro hermoso y si es posible, decir algunas palabras sensatas, a fin de que los cuidados mundanos no puedan borrar el sentido de la belleza que Dios ha implantado en el alma humana.Todas las anteriores me parecen razones más que suficientes para retomar
la publicación, con un formato diferente, de la serie de entradas del blog dedicadas al tema de España en la poesía española contemporánea que tan buena acogida de los lectores tuvo hace ya unos años. Grandes poetas contemporáneos españoles, poetas del exilio exterior e interior, pero españoles todos hasta la médula, que cantaron a su patria común, España, desde el corazón y la añoranza. Poemas a los que acompaño con algunas de las más bellas arias y duetos de la historia de la ópera y de algunos de los desnudos más hermosos de la pintura universal. Así pues, subo hoy al blog al poeta Miguel de Unamuno y su poema Logré morir con los ojos abiertos, al pintor Tiziano Vecelli y su cuadro La Venus de Urbino, y al compositor Giuseppe Verdi y su dueto Brindisi libiamo ne' lietti calici de su ópera La traviata, cantado por la soprano Stefania Bonfadelli y el tenor Scott Pipper en el teatro de la Ópera de Busseto, la localidad natal de Verdi, el año 2002.***Miguel de Unamuno y Jugo (1864-1936) fue un escritor y filósofo español perteneciente a la generación del 98. En su obra cultivó gran variedad de géneros literarios como novela, ensayo, teatro y poesía. Fue, asimismo, diputado en Cortes de 1931 a 1933 por Salamanca. Fue Rector de la Universidad de Salamanca en tres ocasiones distintas, la última entre 1931 y 1936. Les dejo con su poema Logré morir con los ojos abiertos.
LOGRÉ MORIR CON LOS OJOS ABIERTOSpor Miguel de Unamuno
-aire de vida me fue el de sus puertos-
que hacen al sol tus eternas entrañas
¡mi España de ensueño!
Entre conmigo en tu seno tranquilobien acuñada tu imagen de gloria;
haga tu roca a mi carne un asilo;
duerma por siglos en mí tu memoria,
¡mi España de ensueño!
Se hagan mis ojos dos hojas de hierbaque tu luz beban, oh sol de mi suelo;
madre, tu suelo mis huellas conserva,
pone tu sol en mis huellas consuelo,
¡consuelo de España!
Brote en verdor la entrañada verduraque hizo en el fondo de mi alma tu vista,
y bajo el mundo que pasa al que dura
preste la fe que esperanza revista,
¡consuelo de España!
Logre morir bien abiertos los ojoscon tu verdor en el fondo del pecho,
guarde en mi carne dorados rastrojos;
tu sol doró de mi esperanza el lecho,
¡consuelo del ensueño de mi España!
Hendaya, 24/12/1925
Tiziano Vecelli (¿1490-1576), fue un pintor italiano del Renacimiento, uno de los mayores exponentes de la Escuela veneciana. Reconocido por sus contemporáneos como «el sol entre las estrellas», en homenaje a la línea final del Paraíso de La Divina Comedia de Dante Alighieri, Tiziano es uno de los más versátiles pintores italianos, igualmente capacitado para ejecutar retratos, paisajes (dos de los temas que le lanzaron a la fama), escenas mitológicas o cuadros de temática religiosa. Tuvo una larga y dilatada carrera, y su obra atravesó muchas y diferentes etapas, en las que su estilo cambió tan drásticamente que algunos críticos tienen problemas para creer que los cuadros de su primera etapa y los de las posteriores hayan salido de la misma mano. Les dejo con su cuadro La Venus de Urbino (1538), también conocido como La Venus del perrito, una célebre pintura al óleo sobre lienzo cuyas dimensiones son de 119 cm x 165 cm, realizada en 1538 por Tiziano, que se encontraba desde 1631 en la colección de los Médicis, y desde 1736 en la Galleria degli Uffizi de Florencia. Les dejo con su Venus de Urbino.
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Y ahora, como decía Sócrates, Ιωμεν: nos vamos. Sean felices por favor, a pesar de todo. Tamaragua, amigos. HArendt
elblogdeharendt@gmail.com
La verdad es una fruta que conviene cogerse muy madura (Voltaire)