Azucena nos plantea tres rutinas básicas: la matinal, la de medio día y la nocturna. En todas ellas lo primero es dejar la cocina limpia, en la matinal, si la has dejado pro la noche, es sólo recoger el desayuno que no es nada. La matinal es un poco más larga, claro para dejar la casa apunto para el día, hacer las camas, cargar la lavadora, repasar los baños y dedicar un ratito a una zona de la casa. Yo he tenido que hacer algunos añadidos y cambios a las rutinas de Azucena porque tengo la casa muy grande y muchos niños. Por la mañana me levanto a las 9 y lo primero que hago es preparar los bibes de los peques y dejarlos desayunando en las hamaquitas. Luego me pongo a coser. Le dedico al trabajo 1 hora y media, más o menos, depende de si estoy liada con algo o tengo un encargo más urgente. Mientras trabajo según los peques van haciendo caca les voy cambiando. Antes les cambiaba después de desayunar directamente, pero suelen echar el pastelito un rato depués, a veces media hora a veces una hora, así que prefiero esperar a que huelan, les cambio y les dejo vestidos. Cuando termino de trabajar hago mi rutina de limpieza de la planta de arriba: camas, recoger retales del suelo, pasar la mopa y arreglarme un poco y repasar el baño. Todo esto me lleva menos de media hora.
Bajamos a la planta de abajo con la ropa sucia bajo el brazo y los biberones en las manos. Hago mi rutina de abajo: Aquí iría primero el desayuno pero ahora en ramadán no desayuno, así que sólo tengo que fregar los biberones, poner la lavadora, repasar el baño de abajo y dedicar 15 minutos a la zona que me toque. Si me toca en la planta de arriba lo hago a la tarde o por la noche o cuando no hay niños que lo hago más rápido y más tranquila. Si es algo que implica suelos también mejor sin niños. Suelo terminar sobre las 12, que es mi rato de internet si no tengo que ir a hacer recados o compras, sobre todo lo que hago en este rato es actualizar los blogs. Luego hago la comida de los peques, les doy de comer, les cambio el pañal y los acuesto a la siesta.
Antes en este rato de la siesta de los niños era cuando me pegaba la maratón de limpiar, y ahora acuesto a los niños y no tengo nada por hacer de la casa, sólo colgar la ropa que son 10 minutos, limpiar la mesa y barrer el suelo y si me toca, fregar el suelo. Lo cual me da tiempo para comer tranquila (si comería), ducharme, dormir la siesta, leer, hablar con una amiga,...
Ahora en ramadán duermo la siesta cada día porque por la noche duermo poco, suelo dormir 2-3 horas entre el rezo nocturno y la hora de comer (las 4,30) y 2-3 horas después del rezo matinal y la hora que se levantan los niños. Como mi marido duerme por la mañana me deja durmiendo si se despiertan los niños antes que yo. Ellos se suelen despertar sobre las 16h pero a veces antes. Así que mi marido les cambia y les da la merienda, les saca al parque o al jardín si hace mucho calor (que en mi jardín da la sombra), suele quedarse encargado de ellos hasta las 17;30. Yo si me despierto antes de esa hora hago mi rutina de la parte de arriba si me toca esa zona, recojo un poco la habitación del caos y me quedo trabajando el tiempo que me sobre. A las 18 tengo un rato de descanso con los peques, doblo la ropa, la subo arriba y luego me pongo a cocinar para preparar todo para la noche. Normalmente hago 3 cosas al día, procuro que no me toque pan y la sopa el mismo día. El pan lo hago cada dos o tres días (ahora comemos mucho menos que cuando no es ramadán) y la sopa cada 3 o 4. Luego preparo comida para la última comida, algo para la cena y el día que tengo menos trabajo hago dulces, bizcocho, galletas...Esto me suele llevar dos horas y si me queda algo pendiente cocino otra hora por la noche (casi siempre).Si mi marido no trabaja se lleva a los niños sobre las 20h al parque que ya no hace calor y se suelen quedar hasta las 21 que ya tengo los bibes preparados y entran pidiendo leche desde la puerta con los brazos levantados, jajaja. Luego los baño, si toca y los acuesto.
A las 21,30 desayunamos nosotros, pongo la segunda lavadora del día y recojo la cocina, recojo toooodos lso juguetes esparcidos y barro el suelo. Luego me conecto un ratito hasta la hora de rezar. Después de rezar preparo la cena si no la he podido terminar antes (casi siempre) y cenamos cuando llega mi marido de la mezquita, luego a dormir.
Vaya me he alargado mucho. En el libro de Azucena nos organiza rutinas semanales, mensuales e incluso anuales además de estas rutinas de cada día y un montón de trucos de limpieza y organización. Es un libro muy interesante y que merece la pena mucho comprarlo. Sólo todo el tiempo que me estoy ahorrando en limpiar para descansar y trabajar más y el peso que me quito de la cabeza, que estaba todo el día agobiada con los quehaceres pendientes, ya vale oro.
Ahora cuando termine ramadán volveré a leerlo con calma y a organizar nuevos horarios para el resto del año, si Dios quiere. Mi marido también es posible que por fin le den un horario fijo después de verano (que está a turnos) y así podremos organizarnos mucho mejor, si Dios quiere.