Por fin se desvela el misterio. Al menos para todos aquellos que me seguís en Facebook y Twitter, y que os habéis preguntado a qué venía tanto rojo en las fotos que he ido colgando a lo largo de parte del mes de diciembre.
Todo comenzó allá por principios de ese mes, cuando vi el anuncio del concurso Un Top Chef de Cine, que consistía en rodar un vídeo, y aunque todos sabéis que últimamente me falta tiempo para casi todo, también es cierto que ante la oportunidad de llevar a cabo algo artístico y creativo, me apunto a un bombardeo. Sobretodo si ello implica un reto. Y vaya que si lo ha sido, ya que el vídeo es un medio que no controlo y jamás he utilizado (salvo un pequeño y relativamente sencillo montaje que hice hace unos años para un espectáculo de danza) y el programa de post-producción (Premiere Pro) no lo conocía hasta comenzar este proyecto.
El primer reto era el más importante: decidir el tema. Los únicos requisitos del vídeo eran que éste no fuera superior a dos minutos y que el escenario fuera una cocina. Lo que tenía claro desde el principio es que no iba a ser un vídeo de una receta o similar, y ahí se abría todo un abanico de posibilidades. ¿Me inventaría una historia? ¿Sería buena idea disfrazarme de cavewoman? ¿Qué tal la de Hannibal? Había muchas opciones… pero una de ellas, cuando al cabo de unos días se me ocurrió (y no sé por qué no caí antes), se instaló en mi cabeza como única y definitiva posibilidad: hacer una recreación de los títulos de la serie Dexter, mi serie preferida, indiscutiblemente la mejor serie de todos los tiempos. Siempre me ha fascinado esa rutina mañanera de Dexter al principio de cada episodio, y rara era la vez que al verla no hacía un comentario al respecto.
Una vez hecho el guión, comencé las sesiones el domingo 14 de diciembre y, a partir de entonces y hasta la madrugada del 11 de enero, he aprovechado los pocos momentos libres que me quedaban para grabar todas las tomas, seleccionarlas y editarlas. Mientras tanto, seguía cumpliendo con mi empleo, atendiendo pedidos, consultas y reposición de inventario en mi tienda, e incluso intentaba mantener un poquito de espíritu navideño. Se dice pronto. Pero a pesar del gran esfuerzo que ha supuesto, me lo he pasado en grande rodando este vídeo, eligiendo el vestuario, practicando maquillajes y peinados, agudizando el ingenio para conseguir resultados lo más cercanos posibles a mi idea con los medios rudimentarios de los que disponía, frustrándome porque todavía no es temporada de naranjas sanguinas o porque a mi gata no le daba la gana de quedarse quieta en el plano que yo necesitaba…
Por lo demás, un vestido que no llegaba, zapatos prestados que me quedaban grandes, un rodaje en exteriores en el día más frío y ventoso de todo el mes y una pedazo de contractura en la espalda por las decenas de horas que he pasado al ordenador aprendiendo a manejar el programa de edición, seleccionando material y editando hasta conseguir el resultado final. Hablando de edición, el vídeo cuenta con 55 cortes (sin contar los créditos del final ni el título, que lo he hecho con 5 ficheros pintados a mano en Photoshop y transiciones de vídeo), unos pocos más que el vídeo original de Dexter.
Dame tu voto pinchando en ESTE ENLACE y haciendo click en “Votar”. Para poder votar, debes tener una cuenta en Facebook. También puedes compartir este post o darle al botón de compartir que está situado debajo del de votar en la página de participación. ¡Si estoy entre los 10 más votados, podré optar a conseguir uno de los premios! ¡MUCHAS GRACIAS! Las votaciones están abiertas hasta el día 25 de enero.
PD. La gran sorpresa de hoy ha sido el vídeo, pero también estreno canal de YouTube: ComidaRealTV. Me encantaría que os suscribáis, ya que voy a tener bastante movimiento por ahí.
PD2. Adam Ben Ezra, el músico que me ha permitido usar su versión del tema de Dexter, va a grabar su primer álbum, y para ello tiene en marcha esta campaña de crowdfunding. Si os llama la atención lo que hace, no dejéis de pasaros por ahí y aportar vuestro granito de arena.