Como curiosidad nada más, en un principio me planteé hacer un post hablando de amores y relaciones tóxicas. Sin embargo, creo que ya se ha hablado y denunciado lo suficiente en esta plataforma y me niego a darles más visibilidad o a cambiar los fines con los que cree este espacio, que era precisamente compartir lo que me apasionaba, por algo que me avergüenza.
Así que en esta primera entrega de la #LoveWeek, permitidme que os hable de mis parejas favoritas en la literatura, para así mostraros que hay más tipos de amor que el que nos intentan vender de primeras.
Mis parejas favoritas de la literatura | #LoveWeek
Nieta y abuelo de El almacén de antigüedades de Charles Dickens
Es probable que El almacén de antigüedades no fuese la obra de Dickens que más me gustase, que algunas de sus partes se me hicieran algo pesadas y que, desde luego, no estaría en los clásicos que recomendaría sin pensarlo, pero lo que sí es cierto es que en él vi reflejado a la perfección la relación que muchos hemos tenido con nuestros abuelos.
La novela trata del viaje de estos dos personajes a lo largo del país en busca de un lugar en el que, juntos, puedan ser felices. Quizás la figura del abuelo no sea la más idílica para una relación de este tipo, ya que encarna la figura del ludópata, del enfermo y del perdido, el que no sabe qué más hacer, el que promete cuidar a su nieta y luego siempre le falla, pero es en la nieta en la que podemos atisbar el gran amor que cualquier niño puede tener por su abuelito. Siempre apoyándole, siempre cuidándole. Daba igual lo que hiciese pues ella le perdonaba.
Si no habéis leído la obra, os la recomiendo solo por encontraros uno de los amores más puros que he visto reflejados sobre el papel.
Kvothe y Auri en Crónica del asesino de reyes de Patrick Rothfuss
Puede que Kvothe, al menos hasta la mitad del segundo libro, no sea el mejor llamando la atención de las mujeres, pero lo que sí sabemos es que hay alguien que ocupa un lugar especial en su corazón, y ella no es Devi ni Denna. Es Auri.
Las escenas más bonitas, más tiernas y más intensas que vemos durante lo que a día de hoy se ha publicado de esta trilogía las protagonizan estos dos personajes. Tenemos momentos en los que Kvothe le regala lo más bonito que tiene, la música. Atendemos a cómo una persona que no tiene absolutamente nada, Auri, siempre busca lo necesario para conseguir sacarle una sonrisa a su príncipe azul. La escena en la que Kvothe le regala la Luna es maravillosa.
Ojalá resulte que Auri tiene un papel muy importante en el desenlace de esta historia. Es un personaje mágico, alguien del que todos nos podríamos enamorar, pero le ha tocado a Kvothe ser el elegido.
Sadie y Jake de 22/11/63 de Stephen King
Sí, también tenía que haber un lugar para el amor tradicional en este post, pero es que la historia con la que King nos obsequió a sus lectores ha sido la más bonita que yo me he topado jamás en la literatura.
Acordarme del final de esta novela hace que me entren automáticamente ganas de llorar. No soy mucho de hacerlo, pero a veces cojo esta obra y la abro al azar, esperando encontrar un pequeño pasaje en el que ellos sean los protagonistas, para experimentar todo lo que sentí mientras ellos se enamoraban, para conocer lo que se siente cuando tienes miedo.
King nos plantea una novela de viajes en el tiempo en el que el objetivo principal es evitar el asesinato de Kennedy, sin embargo, yo me quedo con la subtrama de estos dos personajes.
Frodo y Sam de El señor de los anillos de J.R.R. Tolkien
El viaje del héroe y su fiel acompañante. A simple vista no nos encontramos nada que salga de los cánones que estuvieron tanto tiempo establecidos, pero si mientras leemos superamos el odio que le vamos profesando a Frodo a cada página que pasa, es posible que consigamos apreciar todo lo que Sam, su fiel amigo, realiza por él.
Mirad que he leído, mirad que he visto obras de fantasía y muchos más géneros después de haber experimentado la historia creada por Tolkien, pero jamás he visto a un amigo que quisiera tanto a otro.
Sam se hubiese sacrificado por Frodo sin pensárselo dos veces. Habría dado su vida por salvarle. Se habría lanzado él mismo al Monte del Destino si su vida hubiese corrido peligro.
Sam representa el amor que todos querríamos tener en un amigo.
El Principito y el zorro de El Principito de Exupéry
Os había dicho que quería representar todos los amores que podían existir, y entre ellos era imposible que faltase uno de los que yo más siento cada día: el amor por los animales.
El pequeño príncipe nos enseña que no es necesario encontrar a una persona para desglosar todo nuestro amor, que no es menester limitar lo que podemos sentir por los animales.
Yo no sé cómo sería este zorro, pero si quisiera al pequeño rubio la mitad de lo que los perros quieren a sus amos, ese amor sería eterno.
Estas son mis parejas favoritas de la literatura. Espero que os haya gustado y que este arranque de la #LoveWeek os haya atrapado. El miércoles y el viernes más. Hasta entonces me podéis dejar en los comentarios qué parejas son vuestras favoritas de la literatura.
Carmelo Beltrán@CarBel1994