Es tiempo de cerezas y así lucen. Gordas, redonditas, apetitosas y atractivas en los puestos del mercado. Imposible pasar por delante y no reparar en ellas. Su piel tersa, su color y ese crujir que se produce en la boca cuando las mordemos, las hace irresistibles.
Hablo de cerezas y me viene el recuerdo de un profesor. Decía que las cerezas eran como las matemáticas, imposible coger solo una por que siempre se traen enganchadas unas cuantas. Será por eso que me gustaban las matemáticas, por su relación con las cerezas, será por eso.
Las matemáticas las aprobaba, incluso con buena nota, pero tengo una asignatura pendiente con las cerezas, verlas en su hábitat, cuando están en todo su esplendor en estas fechas, o unos meses antes cuando están en flor. Conocido es por su belleza el Valle del Jerte, aunque me pilla un poco lejos, pero no tengo excusa para no haber visitado todavía en esta época la Vall de la Gallinera, en la provincia de Alicante, donde en breve le hacen a la cereza hasta una fiesta.
Y mientras espero ponerle solución a esto, y aunque como a mí más me gustan las cerezas es al natural, os dejo cuatro recetas muy diferentes en las que son el ingrediente estrella, os van a gustar.
(Pinchar en el nombre de la receta para ir al enlace)
Helado al Cointreau con Cerezas
Tarta Tatín de Cerezas
Cóctel de Cerezas y Naranja
Clafoutis de Cerezas
Bon Appétit!