Para todos aquellos que esta Semana Santa os veáis obligados a permanecer en la Comunidad Valenciana, os presento una pequeña recopilación de mis rutas preferidas para recorrer familia. Se trata de senderos sencillos y aptos para niños, en los que a buen seguro pasaréis una divertida jornada haciendo un poco de ejercicio.
Charcos de Quesa (Valencia)
En el interior de la provincia de Valencia se encuentra la pequeña localidad de Quesa cuyo entorno cuenta con unos parajes de gran valor natural protagonizados por sus piscinas naturales conocidas como los Charcos de Quesa.
La ruta comienza en el área recreativa de los Charcos de Quesa, donde se puede dejar el coche. El camino hacia los charcos es amplio y sin apenas desniveles ni dificultades y en poco menos de 1 km se llega al Charco de las Fuentes. El paraje es sencillamente espectacular.
Desde allí, y una vez superadas dos pasarelas de madera, se llega al Charco de la Cacerola y posteriormente al pequeño Charco de la Bañera que da paso a una explanada donde se encuentra el precioso Charco del Chorro. Tiene zona de baño y contiene una pequeña casada que lo convierte en paraje verdaderamente idílico.
Subiendo hasta la parte superior de la cascada se disfruta de unas magníficas vistas y se accede a un pequeño azud desde donde se puede continuar la ruta hasta llegar a la cueva del Voro siguiendo una senda menos señalizada y donde se encuentran las pinturas rupestres del Abrigo del Voro, declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Es una ruta lineal de unos 12km que se pueden realizar en unas 4 horas.
Vía Verde del Mar entre Benicàssim y Oropesa del Mar (Castellón)
La Vía Verde del Mar sigue un antiguo trayecto ferroviario que unía las localidades castellonenses de Benicàssim y Oropesa de Mar. Dispone de un doble firme (asfalto y gravilla compactada) y su recorrido está jalonado por túneles, un puente metálico y varias áreas de descanso.
Esta sencilla ruta es prácticamente llana y resulta perfecta para realizarla en familia e incluso se puede completar en bicicleta sin problemas. Su longitud es de aproximadamente 12km (entre ida y vuelta) y a lo largo del paseo se contempla un paisaje marcado por el Parque Natural Desierto de las Palmas (Benicàssim) y los rocosos acantilados de la costa en estado natural.
Se puede iniciar indistintamente desde Benicàssim (junto al antiguo apeadero de las Villas), o desde Oropesa del Mar (desde el medio del Paseo Marítimo de la Playa de la Concha). Desde Benicàssim, el encuentro con las Primeras Trincheras inician el recorrido para posteriormente atravesar el terraplén de los Llanos de Bellver y llegar a las Trincheras de la Colmena. Tras recorrer la larga recta de la Renegá y las Trincheras de la Corda se llega al barranco de la Dona y se atraviesa del túnel de El Bovatar que está iluminado. La vía acaba ante la Playa de La Concha de arena fina.
Chulilla y la ruta de los Puentes Colgantes (Valencia)
Chulilla es uno de los pueblos con encanto en Valencia, en la falda del Monte del Castillo, y a poco más de una hora de la capital del Turia. Aunque el pueblo es maravilloso ya en sí, el principal atractivo de Chulilla son las excursiones y rutas que se pueden realizar en la zona. Un de ellas es la conocida como la ruta de los Punetes Colgantes.
Esta ruta se hace en unas dos horas y media, y cruza en varias ocasiones a cada ladera de la Hoces del Turia, un cañón labrado por el paso del agua durante miles de años que ha dejado un paisaje espectacular dentro del Parque Natural Municipal de los Calderones. Deberás dejar el coche en el Ecoparque o en una explanada a unos 300 metros, justo antes de empezar a andar.
Es una ruta no apta para ir con coches de niños, por el amplio número de escaleras que te encontrarás en tu camino. Recomendable, y así lo avisan al principio de la ruta, llevar una mochila con agua, pues no hay sitios donde beber en todo el recorrido. Y se debe ir muy pendiente de los niños y de sus juegos y carreras pues en ciertas zonas la caída es bastante escarpada y no hay quitamiedos o barandillas.
El puente más alto tiene una altura sobre el río de aproximadamente unos 15 metros, no apto si tienes miedo a las alturas, y una longitud de la pasarela de 21 metros.
Ruta circular Embalse de Guadalest (Alicante)
Esta sencilla ruta de casi 10 km transcurre por una zona de especial belleza conocida como la Joya Esmeralda de Alicante, por el color azul de las aguas del embalse del Guadalest. El embalse está rodeado de un circo de montañas y a su alrededor podemos encontrar pequeños pueblos pintorescos como Abdet, Beniardá, Benimantell y Guadalest.
El embalse tiene una de las más bonitas y fáciles excursiones para iniciarse en el senderismo. Algo más de la mitad de la ruta discurre por una carretera local sin apenas circulación y el la resto por una amplia pista forestal que nos permite disfrutar del color esmeralda de las aguas del embalse.
Su acceso se hace desde el mismo pueblo por la CV-755 y aproximadamente a 1,8 km se llega a un cruce muy pronunciado a la izquierda que nos lleva hasta la misma presa del embalse. Allí hay una gran explanada donde se aparca sin problemas y junto a ella el camino que discurre por encima de la presa circularmente y que constituye la ruta.