Miscelánea Literaria: Miguel de Unamuno, el hombre contradicción

Publicado el 13 mayo 2011 por Ruta42 @ruta42
Miguel de Unamuno.Imagen extraída de Biografías y Vidas.
Vasco de nacimiento (Bilbao, 1864) dio con sus pies y su alma finalmente en tierras de Castilla, concretamente en Salamanca, donde finalizó sus días en el año 1936 en un incendio cuyas causas aún siguen siendo algo dudosas.
Hoy hablamos de la figura y vida de Unamuno.
Por orientar en el contexto, la semana pasada hablábamos del Modernismo y su sonoridad mediante la utilización de poesía y la búsqueda de un ritmo dentro de las propias palabras. A este movimiento le siguió la llamada Generación del 98 (denominación que puso Azorín, uno de los miembros de la misma).
Para los que anden desorientados, ¿qué ocurrió en España en 1898 que fuera digno del levantamiento de una nueva corriente literaria? La causa fue la pérdida de las colonias de Cuba, Puerto Rico, Guam y las islas Filipinas tras la derrota en la guerra con EE.UU. La conocida como Guerra de Cuba. Esta situación provocó una crisis moral, política y social.
Tras estudiar y licenciarse en Filosofía y Letras en la universidad de Madrid, hizo su tesis sobre la lengua vasca: Crítica del problema sobre el origen y prehistoria de la raza vasca, con 22 años. Después de casarse en 1981 con la mujer de la que estuvo enamorado desde niño, prepara las oposiciones para profesor de griego en la universidad de Salamanca, ciudad en la que participó activamente en la vida cultural.
En 1901 fue nombrado Rector de la misma institución, cargo en el que estuvo en otras tres ocasiones, aunque fue destituido en 1914 por razones políticas. Aunque posteriormente apoyaría la República, con el paso de los años se volvió muy crítico para con la labor política de esta, terminando por apoyar el golpe de Estado del general Franco del 18 de julio. Un año antes de su muerte fue nombrado ciudadano de honor de la República, pero ya era tarde: había quedado por completo desencantado con el gobierno de la misma.

La llegada de Franco a la cabeza del país puso de manifiesto que la dureza que utilizaría no era justificable por mal que se hubieran hecho las cosas los años previos, por lo que volvió a cambiar de parecer, abandonando públicamente el apoyo al Régimen, cuyo punto culmen tuvo lugar el día 12 de octubre de 1936, durante el acto de apertura del curso académico. Este coincidía con la fiesta de la Raza en conmemoración del avistamiento de tierra al otro lado del Atlántico por el marinero Rodrigo de Triana en 1492.
Después de un enfrentamiento verbal con Jose María Pemán, otro literato, en esta ocasión, totalmente afín a la ideología fascista, que terminó yéndose de las manos, se transformó en un altercado. Aquel fue el día en el que Unamuno pronunció las famosas palabras de “Venceréis, pero no convenceréis”, haciendo referencia a los golpistas.
Tras esto permaneció un mes encerrado en casa, que terminó con su muerte en un incendio sobre el cual se ha especulado sobre si fue intencionado, en lugar de provocado por un brasero bajo una mesa camilla. Sea como fuere, el autor dejó una vida cultural extensa entre la que se cuentan ensayos sobre los que realizaba posteriormente una novela, con la intención de llegar a un público más amplio.
Este es el caso de Niebla, su obra clave, publicada en 1914, donde el escritor plasma sus constantes dudas y reflexiones acerca de la fe y la religión. En ella acercará este tema a los lectores a través de la siguiente manera: el protagonista quiere quitarse la vida, pero su autor, Unamuno, no le concede este beneficio. De esta manera se trata el tema de la creación mediante la representación de la figura del creador y su personaje, a quien maneja cual marioneta, pero que acaba tomando las riendas de su propio destino. Aquí, el narrador se convierte a sí mismo en un personaje más, sirviéndose de la literatura, como tantos otros, para dar salida a sus miedos, incertidumbres y temores en forma de lectura que dejará a quien se encuentre al otro lado del libro, como poco, ligeramente pensativo.