SAMUEL ESCOBAR
En esta serie sobre “Tiempo de misión” hemos visto que el crecimiento numérico de las iglesias protestantes populares y en especial de las pentecostales ha permitido a los observadores con ojo sociológico comprobar el efecto transformador de estas iglesias entre las clases pobres. También les ha abierto el camino a la participación en la política. Para valorar adecuadamente este crecimiento y las nuevas situaciones que las iglesias vienen viviendo no nos basta la sociología sino que necesitamos de la teología, que en el presente artículo aplicaremos a la eclesiología y la ética política.
Llevados de manera inevitable a la acción política por el crecimiento numérico y la movilidad ascendente, los evangélicos tuvieron que prestar atención a la tarea teológica de reflexionar acerca de lo político. Durante la década de 1970 tal reflexión evangélica se llevó a cabo dentro del marco teológico del Reino de Dios. Una década más tarde, una consulta realizada en Jarabacoa, República Dominicana enfocó el tema del poder político, en la cual evangélicos latinoamericanos activos en la arena política de sus países trajeron una nueva agenda a la reflexión teológica.
En la consulta para celebrar los veinte años de fundación de la FTL en 1990, dos temas teológicos acerca de los cuales se planteó la reflexión de manera intencional fueron “la justicia" y "el poder". En la serie de consultas que precedieron a esta celebración, se estudiaron también "la pobreza" y "el terrorismo". Estos no son temas teóricos para los evangélicos de América Latina.
Pueden leer aquí completo el artículo de este sociólogo, escritor y líder protestante internacional, titulado Misión, eclesiología y ética política