En una oportunidad recibí en mi escritorio de abogado a una joven estudiante de la universidad bolivariana que pidió hablarme, quería hacer pasantía en su último año de la carrera, le hice algunas preguntas para ver donde estaba parada, ¿qué diferencia hay entre una notaría y un tribunal? le pregunté, y la muchacha no supo responder, de lo que si me hablaba era de la justicia como expresión de la lucha de clases y toda esa monserga comunista que solo ha servido para tiranizar algunos pueblos, allí estaba frente a mi la semilla germinada de lo que el chavismo ha hecho con el sistema de justicia a partir del asalto que ejecutó con el fatídico proceso constituyente de 1.999 en el que violándolo todo, sin Dios y sin Ley, instauró aquel aparato que llenaron de agentes políticos, muchos sin capacidad ni virtudes en el área jurídica, y que denominaron Tribunal Supremo de Justicia antes de que entrara en vigencia la Constitución donde se diseñaba, ni siquiera se trató de un parto prematuro, como diría el obstetra, si no de un monstruo anti natural nacido antes que la madre.
Justicia cero es lo que tenemos, el caos que presenta esa rama del poder público no lo hay ni siquiera en las dictaduras tradicionales, una morosidad en la actividad sentenciadora que sobrepasa el 95%, la corrupción instituida y que se practica con descaro desde el escalafón mas alto hasta los juzgados de municipio, la vergonzosa ignorancia que se exhibe, todo producto de la nefasta partidización instaurada en el área, tremedal (1) en medio del cual Nicolás Maduro plantado en el recinto del TSJ anuncia la creación del enésimo plan denominado “Misión justicia socialista” cuya base de sustento la han asignado a sus bandas armadas denominadas “colectivos” para “formar un plan estratégico desde las bases para construir una nueva cultura jurídica alrededor de las masas sociales”.
Si algo faltaba para que el mundo constatara la instauración de una dictadura en Venezuela allí está esa alocución del dictador anunciando la creación de esa misión en la cual ha hablado de la participación del Poder Ejecutivo y del secuestrado Poder Judicial, todos en un solo puño, dizque para la paz y la seguridad, valores que ellos mismos se han encargado de destruir milímetro a milímetro para darnos ese desastroso balance de inseguridad jurídica que se padece por la descarada partidización a la que se le somete instaurando la ineficiencia y la corrupción como distintivo general.
Carlos Ramírez López @carlosramirezl3
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