Misión Rescate es una película predecible y de guión clásico, sin giros inesperados o nuevas formas de hacer cine. Sin embargo, eso no la hace una mala película, por el contrario el corte clásico de su factura le da una sensación de frescura y cotidianidad en la que un solo hombre abandonado en Marte luce de lo más normal.
Hay dos puntos clave en el desarrollo de la película: el uso del ingenio basado en la preparación científica para resolver problemas, y los resultados del trabajo en equipo cuando gente distinta rema en la misma dirección.
El estreno de Misión Rescate coincide con la difusión masiva del hallazgo de agua en Marte, y una congregación de opinadores que dicen que la humanidad irá, sin duda, hacia la conquista de otros planetas para garantizar la supervivencia. En este sentido, Hollywood parece enfocado en hacer una buena publicidad a los astronautas, mostrándolos como gente “cool” y divertida, que además sabe mucho, porque ser agente secreto es bueno, pero ser científico es lo máximo.
Por otra parte, hay un mensaje implícito en la película, que difiere de los mensajes que se transmitían hace años. Los americanos no son únicos e infalibles, necesitan de colaboradores como los chinos -en este caso- motivando así a todo público a unirse a esta conquista del espacio. En resumen, los costos hay que asumirlos entre todos.
Así como nunca me ha gustado el uso del cine para despertar la emocionalidad que justifica la guerra, celebro que se use para promocionar el estudio de la ciencia, y que por fin se muestre como ejemplo y patrón agradable a quienes estudian y se esfuerzan. Sobre todo en estos tiempos en los que se glorifica a Pablo Escobar, y a cuanto asesino masivo de niños de colegio aparece.
Ridley Scott es puro director, y está en un momento bárbaro en el que no siente ninguna presión por demostrar nada. Es una buena película, hecha sin pretensiones, y justamente por eso, logra una vez más una muy buena película. ¿Cambiará la historia del cine? No, pero tampoco lo pretendía. ¿Se quedará usted viéndola cada vez que la repitan en televisión? Sin duda, como tantas otras de Scott.