Por eso, si nos preguntan cómo preferimos definirnos, la respuesta es "usina de cultura futbolera". De la vieja cultura futbolera, por supuesto. La verdadera. No esta del "aguante" y la farandulización que desde los '90 algunos vienen imponiendo, sino aquella que tiene que ver con el SABER. Saber de los fundamentos de este deporte, pero sobre todo de su pasado.
Si nos preguntan por nuestro principal objetivo, justamente, responderemos que es recuperar y poner al alcance de todos ese saber que es parte fundamental de nuestro patrimonio cultural. Una tarea sin dudas difícil en estos tiempos de adoración de las formas, desprecio de los contenidos y culto al individualismo. Pero que bien vale la pena acometer. Porque, paradójicamente tratándose de historia, hay mucho nuevo por hacer apostando a la investigación y la solidaridad entre quienes sentimos pasión por esto. Y fundamentalmente porque, gracias a los avances tecnológicos, hoy JUNTOS PODEMOS hacerlo de maneras inimaginables años atrás.