Misioneros de la yihad

Publicado el 24 noviembre 2015 por Cronicasbarbaras

Aprovechando del Estado del Bienestar de las democracias los islamistas radicales convencen a sus seguidores de la superioridad de sus creencias porque, además de ir al Paraíso si mueren en la yihad, pueden vivir sin trabajar, obtener viviendas, todo tipo de servicios gratis, y hasta varias mujeres para ellos solos.

Un caso paradigmático es el del británico Anjem Choudary, fundador de Islam4UK, importante organización que, aunque ilegal, sigue viva y crece entre jóvenes musulmanes.

Los invita a no trabajar y vivir cobrando subsidios de desempleo, vivienda y demás servicios sociales, mientras se preparen para la guerra santa al servicio del DAESH y su Califato.

Sin miedo alguno proclama públicamente: “Nosotros tomamos la yizia, nuestro derecho al impuesto religioso sobre los no musulmanes. Los dhimmis (infieles), deben trabajar para pagarnos la yizia a través de las subvenciones y demás obligaciones legales. Obedecen la ley de Alá sin saberlo. Alá es grande. Tomemos el dinero para la yihad”.

Acusado por última vez el pasado verano de colaborar con el terrorismo, está en libertad para ser juzgado…, el 1 de noviembre de 2016.

No hay predicación religiosa o laica más eficaz. Dinero, vivienda, poligamia subvencionada: hay musulmanes piadosísimos que viven como ricos con su paro, el de sus mujeres y los subsidios por hijos. En el Reino Unido hay uno perfectamente identificado que tiene cuatro mujeres y una veintena de niños.

Ocurre allí, pero también, aunque sea con leyes menos generosas, en la mayoría de la UE, donde un inmigrante legalmente asesorado puede vivir sin trabajar junto con sus familias, creciendo además con la llegada de allegados, y allegados luego de esos allegados ad infinitum.

El infiel paga la yizia. Es la sharía. El salafismo. Y para muchos jóvenes es muy difícil escapar de esta idea misionera tan simple, espiritual y económicamente enriquecedora.

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