El flechazo fue mutuo, la comodidad también. La adolescencia de Miss Caffeina ha acabado, es hora de madurar. Y eso es exactamente lo que ocurre con “De polvo y flores”, con la banda consiguiendo la sofisticación a la que siempre han apuntado sin sonar artificiales, elegantes sin resultar exquisitos, con voluntad de ensuciarse revolcándose entre sentimientos con toda elegancia. Productor de renombre, lanzamiento esperado y una discográfica como Warner lista para respaldarles.
El evocador “De polvo y flores” será su disco definitivo, con canciones que sólo entienden de sentimientos.
Hay que ser valiente para hablar de ello con la sinceridad del quinteto.
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