1. Introducción: ¿Qué significa ser entrenador de fútbol? He leído a lo largo del tiempo muchas entrevistas con entrenadores de fútbol, tanto de profesionales como de técnicos que trabajan con la base. Leí también artículos de otros especialistas como son los psicólogos en temas relacionados con el mundo de los entrenadores y a parte he vivido mi propia experiencia a lo largo de los años moviéndome en el mundo del fútbol base entrenando en todas las categorías, desde benjamines a juveniles pasando por alevines, infantiles y cadetes y he sacado mis propias conclusiones apoyadas en todas las vivencias experimentadas, en el conocimiento que te da el vivir el fútbol desde el propio terreno de juego y lógicamente he aprendido, viendo, escuchando y leyendo las opiniones de otros entrenadores y profesionales relacionados con el mundo del deporte y esto es lo que desde mi modestia quiero aportar en este curso.
2. Cualidades que ha de tener un entrenador para triunfar (o simplemente para ser un buen técnico) Son tantas que es prácticamente imposible que una sola persona por muy buen entrenador que sea y por muchos títulos que haya conseguido pueda reunirlas todas. Es evidente que cuantas más cualidades posea de las que a continuación se nombran, mejor entrenador será. He tratado de recopilar las que a juicio de unos y otros entrenadores de los que tengo conocimiento son importantes y a parte las que a mi particularmente me parecen primordiales. No se ennumeran en ningún orden de preferencia pues en algunos casos no sabría determinar cuales son más importante que otras, lo que si tengo claro es que hay algunas cualidades que son imprescindibles para un entrenador. - LIDERAZGO: Tener capacidad para manejar y dirigir un grupo y al mismo tiempo controlar el entorno que lo rodea. - VOCACION: Tiene que gustarle el “oficio”, aunque esto es válido para desarrollar con éxito cualquier profesión que se elija. - AUTOCONTROL: Para afrontar con serenidad y sosiego situaciones complicadas que van a presentar a lo largo de la competición en las que el entrenador por el puesto que ocupa debe ser el primero en mantener la calma. - MOTIVADOR: Ha de saber motivar a sus jugadores para que desarrollen todo su potencial deportivo aplicando para ello los métodos mas adecuados. - PSICOLOGO: Tiene que conocer las diferentes personalidades de cada jugador para saber tratarlos a nivel individual. En deportes de equipo no sólo hay que estudiar la psicología del grupo en su conjunto, también hay que preocuparse de las individualidades ya que cada futbolista es diferente y hay que saber tratarlos según su forma de ser. Los hay de todas clases, tímidos, conflictivos, inseguros, vagos, indisciplinados etc…. - ORGANIZADOR: Hay que tener capacidad para saber planificar y organizar el trabajo y llevarlo a la practica de una forma metódica y controlada. - AMBICIOSO: El entrenador ha de aspirar siempre a lo máximo. Y no conformarse con éxitos parciales cuando se pueden conseguir metas superiores. - DECIDIDO: Hay que atreverse en cada momento a tomar las decisiones más convenientes para el equipo aunque estas no sean en esos momentos las más populares ó más del agrado del equipo, directiva, afición etc…. - EXTROVERTIDO: Para entusiasmarse con su trabajo y saber contagiar ese entusiasmo a sus futbolistas. - RECEPTIVO: Saber escuchar y aceptar criticas constructivas para corregir posibles errores. El entrenador no debe de creer nunca que lo sabe todo ó que siempre está en posesión de la verdad, aunque al final es “siempre quien tiene la última palabra a la hora de tomar decisiones que solamente son de su competencia”. - CARISMATICO: Que los futbolistas a los que dirige tengan plena confianza en él y en su trabajo y que lo valoren por su capacidad y prestigio. - RECEPTIVO: Para saber aceptar la crítica constructiva que se le haga y rectificar cuando toma decisiones equivocadas ó cometa errores. El entrenador no debe de creerse en posesión de la verdad y pensar que siempre tiene razón. Debe de saber escuchar otras opiniones aunque al final tenga la última palabra en lo relacionado a las funciones que solamente son de su exclusiva competencia y de nadie más. - PERSEVERANTE: Para “creer” el trabajo que realiza. Ser constante en sus planteamientos cuando está convencido de ellos y que el camino trazado es el más conveniente aunque a veces los resultados digan lo contrario. - FIRME: Saber en todo momento el “terreno” que pisa y mostrar la firmeza necesaria en su forma de dirigir al equipo y no demostrar en ningún momento la inseguridad propia del que a veces no sabe por donde anda. - COMUNICADOR: Para saber transmitir sus conocimientos. No basta con ser un experto en la materia, hay que saber hacer llegar eses conocimiento a su destinatario. Hay exfútbolistas, por ejemplo, que habiendo sido grandes figuras ó excelentes profesionales en el terreno de juego, cuando se convierten en entrenadores no saben hacer llegar a sus discípulos lo que ellos sabían desarrollar estupendamente en la practica cuando estaban en activo. Para comunicar no solamente se debe de emplear la palabra, también se utilizan gestos, miradas, movimientos de manos, la forma de hablar, buscando un lenguaje que se entienda y que conecte con la persona a la que se le está transmitiendo algo. Hay que saber dar tranquilidad cuando hace falta, bajar el tono de voz ó subirlo según las necesidades del momento. En definitiva, lo que se transmite tiene que ofrecerle seguridad al jugador para conseguir el objetivo marcado, convicción en el sistema de juego empleado y credibilidad para saber que la dirección elegida es la correcta para conseguir el objetivo establecido. - EXIGENTE: Nunca hay que dejar que el futbolista se “acomode”. Es necesario exigirle al máximo de sus posibilidades, aunque tampoco se le puede pedir más de lo que puede dar. El entrenador debe de mostrar siempre vigor a la hora de realizar su trabajo, que ningún futbolista actúe con desgana ó se muestre excesivamente conformistas y mucho menos que eso y otros aspectos negativos como pueden ser el pesimismo ó el desanimo los contagie al resto del equipo, ahí es donde el entrenador debe de mostrar su fuerza como director del grupo. - OBSERVADOR: Ser consciente de todo lo que le rodea. Saber ver lo que sucede no sólo dentro del equipo, también alrededor de él. Sacar continuamente conclusiones de todo lo que observa, de sus jugadores, del equipo contrario, de otros entrenadores etc…. - PROFESIONAL: Tanto a la hora de entrenar como en el momento de dirigir al equipo en los partidos, el entrenador debe de tenerlo todo “controlado”, hasta el más mínimo detalle. No dejar nada a la improvisación demostrando en todo momento su total profesionalidad. Un entrenador tiene que saber manejar siempre todos los mecanismos de su profesión y tener los recursos suficientes para desenvolverse en situaciones comprometidas.
Cuando se tiene una” vocación auténtica por ser entrenador uno es consciente de que nunca sabe lo suficiente y de que jamás termina de aprender”.
Autor del texto: Paco Arias
Entrenador Nacional de Fútbol.