Inspirado en un líder de las peligrosas barras bravas, Misterio, la popular serie peruana nos descubrió con estilo realista el 'modus operandi' de estas violentas agrupaciones.
En una típica historia de Instagram, el domingo por la mañana me encontré con una noticia que me removió todos los sentidos, como un gol en la tribuna norte. Misterio (2004), la popular serie que descubriría a toda una nueva genereación de talentos, escrita por Aldo Miyashiro, volvía a transmitirse en Latina. Sentí adrenalina al escuchar el tema principal de la serie, Máquina, mezclado con cánticos de una de las barras más grandes y bravas del Perú.
15 años después ha vuelto una de las series que marcó un antes y un después en la televisión peruana. Fue referente para toda la generación anterior y algunos suertudos de la mía. Como un pretexto, la pusieron a la cola de una parrilla comercial que tenía que cumplir su pauta. La idea de estar, aunque lejos, en sintonía cada sábado a las 12 de la noche con unos cuantos locos que vibraban al ver las historias del loco Percy y su banda, era simplemente fascinante. El alcohol, las peleas, las drogas y vandalismo sazonan la vida de estos personajes, sobre todo la de su líder: 'Misterio'. Como su sobrenombre, el mundo de Percy no era del todo público; solo se sabía que una familia disfuncional, su fiel amigo 'Caradura' y la pasión por Universitario de Deportes son los tres ejes de su historia. Este último punto fue el que terminó por darle forma a Misterio, él junto al 'Chacal', 'Tyson', 'Burrito' y otros personajes inolvidables, entre chelas, cánticos y tolas, fundaron la barra norte un 9 de noviembre de 1988. A partir de allí estos “Drugos Peruchos” comenzaron a escribir, con sangre, sudor y harta droga, la historia de la barra más temida del Perú en aquel entonces.
NEORREALISMO PERUANO
Miyashiro, creador de la serie, ha contado en numerosas ocasiones: "Nosotros tuvimos que vivir con la barra para poder entender su vida". Al inicio de todo, la serie fue una obra de teatro: Un misterio, una pasión. Gracias a su rotundo éxito en los tablones fue lo que llevó a Miyashiro a mudarse a la pantalla chica. El proceso fue bastante curioso a pesar de tener un elenco de primera. Estas situaciones no eran nada iguales a lo que ellos habían vivido antes. Era necesario descubrir este nuevo mundo mucho más pendejo y violento. Es por eso que en una de sus entrevista, Miyashiro confiesa que tuvieron que vivir durante un mes con los de la barra para poder entender la psicología de sus personajes. Ni cien documentales o testimonios iban a reemplazar un día de convivencia con los verdaderos barristas. En esa rutina, los actores encontraron los motivos y la pasión que tanto pregonaban estos barristas.
De vuelta al teatro. Con un nuevo elenco, la obra se volvió a representar con éxito en el 2018.
Otro punto importante es que Misterio se hizo con poco presupuesto y con la aprobación a medias del canal; sin embargo, cuando se dieron cuenta lo que resultó, sin querer queriendo abrieron las puertas para poder hacer series con una propuesta creativa distinta. Se podría decir que por Misterio nace La gran Sangre (2006) y Lobos de mar (2006), series que también son escritas por Miyashiro y que mantenían las actuaciones de casi todo el elenco, que en años siguientes salen al aire por el mismo canal.
LATINA, NO SEAS CARADURA
Finalizo con un pedido como un hincha acérrimo de la serie. Como lo dije, a pesar que me seduce la idea de verlo en un horario donde solo los verdaderos fans gozaríamos de su transmisión, es incomprensible cómo podremos seguirla una vez por semana. Como dicen las redes: “necesitaríamos dos cuarentenas para poder completarla". Aunque quien sabe, a lo mejor esta cuarentena dura año y medio. Pero por el momento solo queda esperar y preparar la canchita para la madrugada de los sábados.