Misterios de la I Guerra Mundial sin resolver

Publicado el 01 diciembre 2019 por Carlosgu82

El día 28 de junio de 1914 es sin duda un momento importante a la par que desafortunado para la historia reciente del ser humano. El asesinato de Francisco Fernando, archiduque del Imperio Austro-Húngaro, por parte de un estudiante serbio en la ciudad de Sarajevo; así como una creciente rivalidad y adversidad entre las potencias europeas por el dominio colonial en África y Asia, el control de las rutas comerciales y la competencia industrial, fueron estímulo suficiente para dar origen a uno de los conflictos bélicos más terribles y atroces de toda la Historia.

La Primera Guerra Mundial, aparte de cobrarse un balance de 15 millones de muertos y 25 millones de heridos, así como suponer respetables daños materiales y un costo económico equivalente hoy en día a 208.000 millones de dólares, dejó tras de sí una serie de misterios y enigmas que hasta el día de hoy nadie ha logrado destapar. Aquí se reúnen 3 de estos hechos por ahora sin explicación que sucedieron en este fatídico episodio del siglo XX.

La Batalla de Mons

El enfrentamiento ocurrido en la localidad belga de Mons entre las tropas inglesas y alemanas duró tan solo 2 días y fue una de las primeras contiendas de la guerra, ocurrida entre el 23 y 24 de agosto de 1914. Ello, no obstante, no quita que fuera proporcionalmente una de las más sangrientas en su estilo, pues se estima que en ese tiempo perdieron la vida entre 3.500 y 7.000 soldados de ambos bandos.

Bélgica para entonces era uno de los puntos de interés del Ejército alemán dentro del Plan Schlieffen, porque tomar su territorio suponía tomar también el control de una gran red de carreteras y comunicaciones, a la vez que rodeaba el frente de la defensa francesa. Para ese momento las tropas británicas ya se habían reunido en el territorio de Valonia, pero no contaban con que tenían muchos menos efectivos y maquinaria de combate.

De esta forma, el avance inicial de las tropas alemanas fue arrollador e impío. Para el día después de la batalla los británicos ordenaron la retirada a las patrullas restantes, pero los alemanes continuaron con su operación y llegó un punto en que las autoridades inglesas dieron por muertas a todas sus unidades. Sorpresivamente para ellos, regresaron prácticamente ilesos varios miles de soldados.


Ilustración de los ángeles de la Batalla de Mons
 

Esto en Inglaterra fue interpretado como un “milagro” y al día siguiente se comenzó a difundir el rumor de que los soldados británicos habían sido apoyados por “ángeles del cielo” para escapar de los disparos de las tropas germanas. Esta historia, no obstante, fue reconocida como falsa por parte de su propio narrador, Arthur Machen.

Lo que quedó para la posteridad no fue sin embargo esta anécdota ficticia. Hubo varios testimonios de mucha gente, entre ellos excombatientes, que reconocieron recibir un “apoyo del cielo”. A partir de ahí se originaron muchas versiones nuevas de la historia y finalmente se convirtió en leyenda urbana, pero cierto es que cuesta creer, incluso para el más escéptico, que varias decenas de patrullas regresen en buenas condiciones a las bases inglesas considerando la magnitud de las maniobras ofensivas de los alemanes en Valonia. Así pues, esta batalla continúa guardando un misterio.

El barco Zebrina

El caso del Zebrina es un ejemplo oficial de lo que podríamos considerar como un barco fantasma. Se trataba de un barco de vela británico fabricado para comerciar con Argentina y Uruguay, usualmente avistado en el Río de la Plata.

La cuestión es que el 17 de octubre de 1917 el barco encalló en la localidad costera de Le Rozel, en Francia, después de haber sido declarado como desaparecido por los británicos tras varias horas sin comunicación después de que partiera desde Falmouth el 15 de octubre con destino a Saint-Breuc. Fue examinado por la cubierta y por el interior y resultó estar absolutamente impecable. Las velas estaban perfectamente plegadas en los mástiles, el cargamento completamente ordenado y clasificado, y el casco exterior absolutamente intacto. Solo había un aspecto que no obtuvo explicación, y es que en la nave no había nadie.

Fotografía real del Zebrina
 

Se llegó a teorizar que la tripulación sufrió un ataque naval de los submarinos alemanes, pero esto no es posible por que el barco no sufría ningún daño material. Otras fuentes dicen que los navegantes saltaron al agua para rescatar a una persona a la deriva y con ello se ahogaron o desaparecieron todos los tripulantes en la inmensidad del mar, pero este caso resulta demasiado enrevesado, sobre todo si nos percatamos de que estaban todos y cada uno de los botes que había originalmente en la cubierta.

El misterio sobre lo que le ocurrió a la tripulación del Zebrina para desaparecer por siempre por el momento no tiene ninguna respuesta formalmente aceptada.

El diamante Florentino

Este posiblemente sea el misterio más popular de la Primera Guerra Mundial. La joya que protagoniza este enigma tenía para entonces ya mucha antigüedad, y es que en su momento fue propiedad de la familia Medici de Florencia en el siglo XVII, antes de llegar a manos de la emperatriz María Teresa de Habsburgo, para pasar de generación en generación convirtiéndose en uno de los emblemas de la corona Austro-Húngara.

Retrato original de Maria Teresa de Habsburgo, pintado por Martin Van Meytens en 1759
 

La última vez que se vio el diamante fue en Viena, justo antes de que el monarca Carlos I se exiliara a Suiza para evitar la guerra, que ya estaba en su recta final. La teoría más aceptada es que Carlos tomó consigo el diamante, pero no está confirmada oficialmente. Además de ello, lo que hubiera sucedido después tampoco está claro, mas nadie hasta el momento ha dado con la joya.

Hay muchas teorías que defienden el hecho de que el diamante fue robado y acabó en manos de un cazatesoros estadounidense. Existe también la posibilidad de que simplemente se perdió en algún lugar donde nadie ha logrado encontrarlo. En cualquier caso, nadie sabe el paradero del famoso diamante Florentino.