Hemos dado pie a la serie Mitos de Tarjeta de Crédito; en donde tocamos algunas de las ideas que giran en torno a su uso y las razones que mueven a una persona a tenerla. El Mito No. 1 trató sobre utilizar la tarjeta de crédito para emergencias, mientras que para esta entrega, vamos a abordar el mito número dos de la serie, que trata acerca de la tenencia de una tarjeta de crédito porque se torna en una facilidad de pago.
La tarjeta de crédito es una deuda a corto plazo dedicada al consumo. Y se utiliza como instrumento de pago en la mayoría de los comercios que forman parte de una red de interconexión en donde se registran las distintas transacciones.
El plástico pose un número, una banda magnética y chip (aunque no todos lo tiene) el cual está vinculado a una cuenta de crédito en la institución financiera afiliada, que cuando pasa por el intercomunicador, envía la información de que debe cargar el monto de la transacción a esa cuenta asignada a ese número y, si hay disponibilidad en el límite de crédito aprobado entonces, autoriza la transacción. En caso contrario la rechaza.
Tener una tarjeta de crédito, desde la perspectiva de la facilidad de pago, se pueden ver dos ventajas tangibles:
- Seguridad: A razón de que no tienen que andar con efectivo en las manos y, en cierta medida, esto evita que si se es objeto de atracos o robos no sea tan lacerado económicamente. Además de que le permite manejarse con lo justo a la hora hacer algún tipo de diligencia.
- Especificidad en el pago: Ya que puede darse el caso de que al pagar con efectivo, aunque es algo poco usual en los grandes comercios, no haya cambio y se redondee la cantidad o bien se sustituya la diferencia con algún otro artículo dentro del comercio.
Esto ha dado pie a que algunas personas accedan a ella como una manera para beneficiarse de esta realidad. Sin embargo, es importante recordar que, aun ofrezca estas ventajas, la tarjeta de crédito es una deuda, por lo tanto, cada vez que se utiliza genera una cuenta por pagar para quien ejerce la acción.
De manera que si lo que se está buscando es seguridad y especificidad de pago en una transacción, existen otras alternativas disponibles en el mercado para ello. Entre esas, la tarjeta de débito.
Tarjeta de débito
La tarjeta de débito es un plástico que funciona, operativamente hablando, igual que la tarjeta de crédito con la diferencia de que en vez de estar vinculada a una cuenta de crédito en una institución financiera, esta se enlaza a una cuenta de ahorros o a una cuenta corriente.
¿Qué significa esto?
La tarjeta de crédito puede ofrece un beneficio en la gestión financiera a razón de su funcionalidad y practicidad en términos de facilidad de pago. No obstante, es importante tener en cuenta lo que ella representa: Una deuda. Y, en la medida de las posibilidades, la persona que presenta cierta dificultad en la gestión del dinero por medio de la tarjeta de crédito, debe evitar asumir compromisos financieros de innecesarios. Ya que esto puede repercutir de manera negativa en su desempeño financiero personal.
En ese sentido, si desea profundizar más en el tema de la gestión eficaz de la tarjeta de crédito le invitamos a adquirir el libro Los Enredos de las Tarjetas de Crédito: Consejos cómo utilizarlas eficazmente escrito por Emerson Hernández haciendo clic en la imagen