Alguna vez habréis oído hablar del temido "muro". ¿Te suena? Se le conoce también como el señor del mazo, la pájara, el límite, la bajona...Se le debería conocer como "esa putada que te pasa, que no sabes muy bien como afrontar y que te puede estropear la carrera".
Por supuesto no os voy a contar que "El Muro" no existe. Es muy real. Fisiológicamente no es más que un estado de debilidad y agotamiento que puede darse en varias esferas: física, metabólica, psicológica, espiritual, etc. No se limita a un solo ámbito.
EL MURO DE LA MARATÓN, ESTÁ EN EL KILÓMETRO 30
El mito que queremos desmentir es "el punto exacto sobre el que se produce el muro". Muchos corredores piensan que cuando llegas al kilómetro 30, comienzan a aumentar las probabilidades de toparte con él. Que el kilómetro 30 (o el 35 para los más valientes) es el chungo, donde una vez superado...no te va a pasar nada.
Lo cierto es que el muro depende muchísimo de cada corredor. Cada persona lo vive de una forma diferente, le viene de una forma distinta y le afecta en menor o en mayor medida. Hay personas a las que el Muro los atropella prácticamente en todas las maratones y otros (los afortunados) que no se han topado con él jamás o, si lo han hecho, no se han dado cuenta.
A nivel más físico y biológico, el punto concreto donde nos topamos con El Muro es en torno al kilómetro 35 a 40. Siempre que hayamos realizado una buena alimentación, un buen entrenamiento y una buena gestión de carrera...no tenemos por qué encontrarnos con el muro.
Sin embargo, si se da una caída demasiado importante de las reservas de energía...sumadas al cansancio físico y mental: voilá, te das de lleno contra la pared de ladrillos. Es por eso que depende muchísimo de cada corredor y de cómo hagan las cosas.
De la misma forma, alguien que no haya realizado un buen entrenamiento, una buena alimentación, una buena gestión de carrera, etc. Puede encontrarse perfectamente con el Muro desde el kilómetro 10 aproximadamente (se sobreentiende que cualquier persona es capaz de llegar a este punto, después de haber entrenado para una maratón).
El Muro, no sólo se debe a la caída de glucosa. Piensa en una persona que está corriendo durante 4 horas seguidas, luchando contra el cansancio, la desmotivación, luchando contra los posibles ataques autodestructivos que le haga su propia mente. Esta persona también puede toparse con El Muro y no le hará falta llegar al kilómetro 30.
Os pongo un ejemplo. Yo no me había topado jamás con el Señor del Mazo hasta la Maratón de Murcia. Fue tan dura la preparación durante el verano (y probablemente insuficiente), sumado a un estrés constante que sufrí durante tres meses por los exámenes de septiembre, sumados una falta de alimentación adecuada y sumada a la tensión de la responsabilidad que tenía en esa carrera...que por mucha experiencia que tuviera como corredor...me hizo PETAR.
Y creedme: encontrarse con el muro, duele muchísimo. Las secuelas físicas que deja, se curan en un par de semanas o de meses (salvo locuras), pero las mentales...esas tardan más. Las secuelas psicológicas, sentimentales y motivacionales, tardan mucho más en curarse.
Es por ello que no debemos creernos que existe un punto concreto donde aparezca el muro. No debemos echar cuenta a los "graciosos" que bromean o amenazan durante la maratón con la aparición del muro (absteneros de hacer estos comentarios, por favor). No debemos perder la concentración ni la motivación durante los 42 kilómetros de carrera.
Una maratón tiene una distancia y hasta que no llegues al final, no puedes bajar las defensas. Si de verdad quieres perder de vista El Muro y colocarlo en el kilómetro 43, sólo puedes hacer una cosa: entrenar bien la maratón, mantener una alimentación/hidratación adaptada y sobre todo, llevar por bandera en cada entrenamiento (y en la carrera) una actitud positiva y plena de ilusión.
El Muro como metáfora de "llegar al límite" es muy real, cuando se produce, depende de ti. No te creas el mito del 30, del 35, del 40 o del kilómetro que sea. Preocupáte de hacer las cosas bien, de prepararte bien y de vivir la maratón como te mereces.
Hasta aquí el Mito desmentido de la semana. Espero que la entrada os haya gustado, que la compartáis con otros corredores y especialmente, que me dejéis un comentario con vuestra opinión: ¿Alguna vez os habéis topado con el Muro? ¿Cómo lo afrontáis? ¿Pensáis que existe un punto concreto, donde te golpea el Señor del Mazo?