Mitos sobre la masculinidad

Por Vero_loventine @loventine

Hay varios mitos en torno a la masculinidad, los cuáles, por un lado, establecen tajantes diferencias entre el hombre y la mujer, y por otro, crean estereotipos poco realistas sobre los caballeros. En esta nota planteamos varios de ellos y los desmentimos para derribar viejos tabús y leyendas del tiempo de nuestros abuelos.

Mitos sobre la masculinidad

Los hombres no lloran

Esta frase seguramente es una de las más comunes a la hora de definir a un hombre, y sin embargo es también una de las más falsas. Es real que antes ver llorar a un hombre era sinónimo de debilidad, pero actualmente eso ha quedado en el olvido. Actualmente ellos también expresa su pesar con lágrimas y ya no temen verse afeminados por hacerlo. De hecho, a las mujeres les gusta muchos más ese tipo de hombre que sabe mostrar lo que siente, ser sincero completamente y no ocultarse detrás de una falsa máscara de imperturbabilidad.

Los hombres no muestran su afecto

Los hombres de antes eran criados para ser más fríos y secos, y no exteriorizar sus emociones. El objetivo era que no se dejaran guiar por el corazón, sino por la razón en momentos de importantes decisiones; y que supieran mantener la calma y la serenidad siempre. Actualmente eso ha quedado guardado en el baúl de los recuerdos, ya que los hombres exteriorizan tanto su dolor como su cariño sin ningún inconveniente. La dulzura, la compasión, el amor, la ternura, etc son cosas que saltan a la vista y que las mujeres amamos que se expresen.

Los hombres saben de sexo

Antes el sexo era un tema tabú para las mujeres, pero no para los hombres. De allí que se haya concebido la idea de que ellos eran los expertos en la materia. Sin embargo, esto no siempre fue ni es así, ya que muchas veces se educaban con información equivocada o errónea; además de que, como dice el dicho, “la experiencia es lo único que hace al maestro”.

Por otro lado, en los tiempos actuales, gracias a que el sexo a dejado de ser un tema “en las sombras”, algunas mujeres se han vuelto verdaderas expertas en el arte de amar, superando con creces a muchos del sexo opuesto.

Los hombres son valientes y fuertes

Así como las mujeres son criadas generalmente bajo el símbolo de la femineidad y de las princesas, los hombres crecen bajo la imagen de la fuerza y de los super héroes. De allí que se establezca que ellos deben ser valientes y competir siempre para ganar.

Pero de la misma manera en que, a medida que pasan los años, las mujeres han aprendido a desprenderse del prototipo de “muñeca de cristal”, los hombres también buscan otros modelos diferentes al de Superman. Sobre todo porque entienden que la verdadera fortaleza y valor no está en los músculos, sino en el interior. El triunfo está guardado para quien sabe desarrollar sus capacidades mentales, emocionales y sentimentales.

El valor de un hombre depende de su billetera

Es verdad que tener un buen trabajo y dinero hace que un hombre se sienta valioso, pero tampoco compra la felicidad ni lo convierte en un ser superior. Muchas veces tener dinero no implica tener una buena vida, ay que hay cosas que no se pueden comprar. El valor pasa también por la historia, las relaciones personales, los afectos y la personalidad; si estos no son buenos o fallan, nada podrán hacer los millones que se tengan en la cuenta bancaria.

Los hombres siempre pelean

Puede ser que este mito se aplique a algunos hombres, que ante cualquier inconveniente no dudan en recurrir a sus puños. Sin embargo, no es algo que pueda aplicarse genéricamente. De hecho, hay muchos que prefieren resolver sus problemas dialogando y argumentando, ya que saben que la razón es mucho más fuerte que un golpe. Incluso hay hombres que eluden las confrontaciones, sean estas físicas o “mentales”.

Los hombres mienten

No hay mito más falso que este. Si bien muchos hombres se caracterizan por mentir y ser infieles, es imposible que sean una característica de género. Hay muchos caballeros que son muy respetuosos de su compañera y de su familia,  por lo que sería imposible que actuaran de manera deshonesta.

Por otro lado, este mito ni siquiera puede ser aplicado sólo a ellos, ya que también hay muchas mujeres que actúan de igual manera.

Los hombres mandan

Es verdad que antaño el jefe de la casa era el hombre. Él era quien trabajaba, quien ganaba el dinero y, por lo tanto, quien tomaba todas las decisiones en la casa. Pero actualmente esa situación existe en muy pocas familias. La aparición de los derechos de la mujer y su creciente independencia han conseguido una igualdad de género que equilibra la situación. De hecho, ahora las decisiones se toman conjuntamente y, en algunos casos, hasta es la mujer la que manda.

Más información:

imujer.com

taringa.net