En la película Love Affair que el injustamente olvidado Leo McCarey rodó en 1939, la excelente actriz Irene Dunne demostraba a su atónito compañero Charles Boyer, francés por más señas, que sabía entonar muy bien cualquier canción que se le pusiera por delante:
Por ejemplo, la famosa canción Plaisir d'Amour, de la cual se pueden ver diferentes interpretaciones en la historia del cine.
Veamos la de Irene Dunne:
Diez años más tarde, en The Heiress (1949), el estupendo Monty agarraba el piano y se disponía a musitar, más que cantar, la misma tonada a una enamoradísima -y solterona- Olivia:
Luego llega el Rey y hace la versión redequetedefinitiva:
Pero de plagios, copias y otras lindezas, ya hablaremos en otro momento.... ¿o no?