Una entrada después de mucho tiempo. Espero que os se útil. En este caso, voy a describir un fantástico rosal de la familia de las Noisettes, llamado Mme. Alfred Carrière.
Haciendo una breve prospección històrica sobre este rosal, cabe decir que fue hibridada en 1879 por Schwartz, de progenitores desconocidos.
Vayamos a los datos que realmente son útiles, aunque la historia de estas rosas también sea interesante. Es una pieza de jardín muy conveniente para quien quiera un rosal trepador de tono claro ( el efecto en la lejanía es el de rosal blanco, si bien de cerca, se pueden distingir, según el estadio evolutivo de la flor, matices amarillos o de color rosáceo).
Entre sus bondades està un follaje muy sano, que no requiere de tratamiento fitosanitario alguno, y una ausencia casi total de espinas, lo que lo hace un rosal conveniente por si tenemos que transitar a su lado.
Lo tengo plantadado en su ubicación desde hace ya un número considerable de años. El rosal no se ha movido, pero su entorno ha sufrido cambios. Estaba justo debajo de una palmera canaria finada por la plaga del picudo rojo, en una posición incómoda para la mayoría de rosales, pero en la que aún así sobrevevía con dignidad. Fue empezar a debilitarse la palmera y finalmente morir que el rosal empezó a crecer a lo loco, con largas varas verticales de 4 metros de altura. Por tanto, aunque sea un rosal muy sufrido, si el entorno le es propicio se desborda y rebosa vigor.
En cuanto a podas, no aconsejan tocar demasiado los rosales noisette. Sin embargo, a este rosal no le pasa nada y se le hace un favor si se retira la madera más agotada, que suele ser la que queda más enmarañada y debilitada en el interior del rosal.
En definitiva, es un buen rosal trepador, bonito tanto desde la perspectiva individual de cada flor como en su conjunto, con gran facilidad para reglar flores en practicamente todas la épocas del año en climas suaves
"Una rosa es una rosa es una rosa". Gertrude Stein.