Todavía faltaba en este blog una sección con los cometas como protagonistas, pues lo merecen. Precisamente es en los cometas donde especialmente podemos ver un comportamiento claramente eléctrico. Delante de nuestros propios ojos, y durante cientos y cientos de años. Desde la creación de este blog, era uno de mis objetivos principales introducir el importante tema del “Cometa Eléctrico” y, aunque con retraso, aquí está. Y lo ampliaré conforme pase el tiempo.
En esta entrada se trata abiertamente de la incapacidad de la NASA y la ciencia actual tradicional para dar explicación convincente a muchas de las observaciones que se ha realizado en las últimas décadas sobre los cometas, como por ejemplo Shoemaker-Levy 9, Holmes, Tempel1, etc… ¿qué pasará con el acercamiento de Elenin (C/2010 X1) en Octubre de este año? Wal Thornhill, uno de los científicos punteros en el modelo de Universo Eléctrico, que tantas predicciones exitosas ha realizado (ver más abajo), de momento se abstiene de anticipar el comportamiento de Elenin debido a las numerosas incógnitas (entre ellas la composición y tamaño) que rodean a este controvertido objeto.
Entrando en materia, se puede entender la frustración que probablemente siente la NASA cuando observa el sinfín de teorías, noticias e historias que hoy en día rodean a la ciencia espacial. Sin embargo la NASA debe soportar parte de su responsabilidad en la evidente desconfianza e incluso enfado expresados a menudo hacia ella. En el tema de los cometas, la NASA nunca ha reconocido los fallos de la teoría estándar.
Solo es necesario revisar el extraordinario espectáculo proporcionado por el cometa Holmes 17P, para poder apreciar la profunda crisis por la que atraviesa la cometología (ciencia que estudia los cometas). En octubre de 2007, Holmes aumentó su brillo súbitamente en un factor de un millón.
Cometa Holmes 17P. 1 de noviembre de 2007
¿cómo interpretó la NASA y los medios científicos este fenómeno? De ninguna manera convincente.
Lamentablemente, tampoco la NASA aprovechó en 2005 la excelente oportunidad para probar definitivamente la hipótesis de cometa eléctrico, cuando lanzaron un proyectil de cobre de unos 350 kg de peso contra el cometa Tempel 1, como parte de la misión “Deep Impact”. Por desgracia la visión eléctrica de los cometas no se encontraba sobre la mesa de la NASA para su consideración.
¿Quizás en la siguiente fotografía se ve la nube de “polvo helado” que debía levantar el proyectil al chocar con la superficie del Tempel 1, la “bola sucia de nieve”? Claramente, NO. Se ve mucho más que eso.
Destello que provocó el acercamiento e impacto del proyectil en el cometa Tempel 1
24 horas antes del impacto, Thornhill predijo, en colaboración con el grupo Thunderbolts.info, que un flash eléctrico podría preceder al impacto y explosión, y que la explosión debería ser más energética de lo que anticipó la NASA. Es precisamente lo que ocurrió el 4 de julio de 2005, ante el asombro de la NASA y de los astrónomos de todo el mundo.
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