Modelos físicos incapaces de explicar el enorme calor emitido por Encelado

Por Marathon

La emisión energética en forma de calor en Encelado supera en más de 10 veces lo que predicen los modelos
La emisión de calor en la región polar sur de Encelado es mucho mayor de lo que se creía posible, según se desprende de un nuevo análisis de los datos tomados por la sonda Cassini de la NASA. El estudio fue publicado en Journal of Geophysical Research el 4 de marzo.
Los datos de la región polar sur tomados con el espectrómetro infrarrojo compuesto de Cassini, que se caracteriza por fisuras lineales, indican que la potencia del calor interno generado es de aproximadamente 15,8 gigavatios, es decir aproximadamente 2,6 veces la potencia generada por todas las aguas termales de la región de Yellowstone, o comparables a 20 centrales eléctricas alimentadas por carbón. Esto es un orden de magnitud mayor de lo que los científicos habían previsto, afirma Carly Howett, autor principal del estudio e investigador postdoctoral en el Southwest Research Institute en Boulder, Colorado, y también miembro del equipo del espectrómetro infrarrojo compuesto.
"El mecanismo capaz de producir la gran cantidad de energía interna observada sigue siendo un misterio y desafía los modelos actuales sobre la producción de calor a largo plazo", explicó Howett.
Se sabe desde 2005, que los terrenos del polor sur de Encelado son geológicamente activos y que su actividad se concentra en cuatro fracturas lineales más o menos paralelas, de 130 kilómetros de largo y unos 2 kilómetros de ancho, informalmente conocidas como "rayas de tigre". Cassini también descubrió que estas grietas expulsan continuamente grandes penachos de partículas de hielo y vapor de agua hacia el espacio. Estas fisuras tienen elevadas temperaturas debido al calor procedente del interior de Encelado.
Un estudio de 2007 predijo que el calor interno de Encelado, si fuera generado principalmente por las fuerzas de marea resultantes de la resonancia orbital entre Encelado y la luna Dione, no podría ser superior a 1,1 gigavatios en promedio a largo plazo. El calentamiento atribuible a la radiactividad natural en el interior de Encelado podría añadir otros 0,3 gigavatios.
El último análisis, del que participan también los miembros del equipo del espectrómetro infrarrojo compuesto John Spencer, del Southwest Research Institute, así como Pearl John y Marcia Segura del Centro Espacial Goddard, utilizan observaciones obtenidas en 2008, que cubren todo la región polar sur. Estos científicos limitan las temperaturas de la superficie de Encelado para calcular la enorme cantidad de energía emitida en la región.
Una posible explicación del flujo de calor tan alto observado, es que la relación orbital entre Encelado y la luna Dione cambia con el tiempo, permitiendo períodos de calentamiento mareal más intensos, separados por períodos de reposo. Esto significa que Cassini puede tener la suerte de observar Encelado, cuando se encuentra inusualmente activo.
Los nuevos cálculos con un flujo de calor mayor, hacen que sea aún más probable que exista agua líquida bajo la superficie de Encelado, señaló Howett.
Recientemente, los científicos que estudian las partículas de hielo expulsadas en los penachos descubrieron que algunas de las partículas son ricas en sales, y son probablemente gotas heladas de un océano de agua salada en contacto con los abundantes minerales ricos del núcleo rocoso de Encelado. La presencia de un océano bajo la superficie, o tal vez un mar polar sur situado entre la corteza helada de la luna y su interior rocoso aumentaría la eficiencia del calentamiento por marea, al permitir mayores distorsiones por marea en la capa de hielo.
"La posibilidad de agua líquida, una fuente de energía de las mareas, y la observación de compuestos orgánicos (ricos en carbono) en los penachos de Encelado, hacen del satélite un lugar de gran interés astrobiológico", concluyó Howett.
Fuente original JPL