Modifican genéticamente una planta para que aguante mejor la sequía.

Por Antoni Xavier Torres Collado @cienciaesfacil

El cambio climático es un hecho. Y posiblemente zonas en las que actualmente existen precipitaciones regulares con el paso del tiempo acaben siendo zonas más áridas. La agricultura ha estado siempre muy interesada en lograr mayor producción. Pero es tan importante la producción, como poder resistir la falta de agua, sobre todo cuando no la hay. Investigadores de la Universidad de California, Riverside han generado una planta transgénica que es capaz de resistir mejor la sequía. Esto es otro ejemplo de lo que gracias al uso inteligente de la tecnología podemos alcanzar.

Estoma.

Las plantas necesitan agua y dióxido de carbono para realizar la fotosíntesis. Es por ello que sus hojas contiene una estructura que tiene forma de poro. Es lo que se denomina estoma. La planta es capaz de modular la abertura del estoma. Por él la planta absorbe y elimina gases, pero al mismo tiempo se evapora agua. Son los pulmones de la plantas. Esta evaporación de agua es la que ayuda a la sabia a subir desde las raíces, al crear una presión negativa. Parece que Newton estuvo a punto de descubrirlo 200 años antes que los botánicos.

Visión térmica de una planta normal (arriba) y una planta mutante después de ser rociadas con el fungicida.

Para abrir y cerrar el estoma la planta utiliza una hormona, el ácido abscísico, que es una hormona que la planta segrega en situaciones de estrés. En trabajos anteriores los investigadores encontraron mutaciones que hicieran que el receptor de esta hormona respondiera a otras sustancias que no fueran la hormona. Esto se realiza introduciendo cambios en la región del receptor que se une a la hormona. Una de las sustancias que se unía fuertemente al receptor mutante es un fungicida (una sustancia que se utiliza para controlar a los hongos). Pues bien, los autores introdujeron el receptor mutante en una planta de la familia de la mostaza que se denomina Arabidopsis, muy usada como modelo en la investigaciones sobre plantas y en tomateras. El ácido abscísico además de controlar la apertura de los de los estomas también controla la germinación de la semilla. En situaciones con poca agua, por ejemplo, el ácido abscísico hace que la semilla germine más tarde. Los investigadores rociaron con el fungicida semillas normales y las que contenían el receptor mutado, observando que las mutantes retrasaban la germinación. Después hicieron lo mismo con plantas adultas. Observaron que las plantas mutantes se calentaba más que las normales. Esto es debido a que perder agua favorece que la planta se enfríe. Así pues las plantas mutantes cuando eran rociadas por el fungicida cerraban los estomas, perdían menos agua y por lo tanto se calentaban más. Esto se puede observar fácilmente con una cámara termal (ver foto a la derecha). Pero la prueba de fuego fue dejar las plantas durante 12 al día sin agua. Las plantas mutantes tratadas con el fungicida al ser regadas de nuevo recuperaron todo su vigor (ver foto abajo), mientras que las normales no fueron capaces de recuperarse.

Planta normal (izquierda) y mutante (derecha) después de ser regadas tras 12 días sin agua.

Este descubrimiento podría ser muy importante a la hora de no perder cosechas en caso de sequía. Pero sin duda será muy importante para todas aquellas personas que son incapaces de regar las plantas a tiempo. O en aquellos casos en los que te vas de vacaciones y no avisas a nadie.

Referencias.

Park, S.-Y. et al. Nature http://dx.doi.org/10.1038/nature14123 (2015)

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