Me persigue desde hace días una de las tantas escenas memorables de Modo linterna, libro del escritor Sergio Chejfec. Publicada esta compilación de narraciones por la editorial Candaya, la escena pertenece al relato “Una visita al cementerio”. Transcurre en un camposanto al que han llegado tres individuos con el fin de localizar el nicho del escritor Juan José Saer. Tras una búsqueda exhaustiva, los sujetos se internan en la oscuridad del segundo subsuelo del Crematorium donde reposan los restos. Como el lugar está a oscuras, solo disponen de un teléfono móvil en modo linterna para alumbrar la placa del muerto. Gracias a la oscuridad sobre la que se proyecta esa tenue luz, se pondrá de manifiesto el nombre de Saer. El narrador del cuento traduce entonces así los pensamientos de uno de los tres hombres: “Nunca entonces encontró más adecuada la expresión `baño de luz´como para la que ahora ocurre, cuando la estela irradiada por el teléfono invade zonas igual a una marea insaciable que consume oscuridad a medida que avanza.”
“Me gusta la idea de escribir una idea; el desafío de que una idea puede ser un cuento, que la simple teoría de un cuento pueda ser leída como un cuento en sí mismo.”
FUENTE: EL QUINQUÉ. LA PROVINCIA-DIARIO DE LAS PALMAS.