Tumba de Carlos Pérez
Un Mojón es una supuesta señal, tradicionalmente de piedra que el gobierno nos dice que sirve para delimitar propiedades o territorios, y en ocasiones para marcar alturas, distancias o direcciones de una vía o un camino.Pero la realidad es que es una mentira más grande que esa del cambio climático. Verdaderamente es algo mucho más siniestro.
Bajo esas supuestas señales de piedra yacen cuerpos. Cadáveres de indigentes y vagabundos que mueren atropellados y sus cuerpos son enterrados allí mismo por la Guardia Civil.
Según éstos, aseguran que es muy costoso y peligroso estar moviendo tantos cadáveres, ya que en una de ésas, alguien le puede pillar infraganti y pedirles explicaciones. Y no es plan de estar toda la tarde haciendo papeleo en vez de estar haciendose unas pajillas.
Otro de los motivos es que suelen oler bastante mal o que les pilla yendo a desayunar.
Algunos vagabundos creen que sus camaradas caídos se han vuelto parte de la carretera y deben permanecer de ese modo.
Cierto es que solo le preguntaron a tres y tenían claros síntomas de embriaguez. Y a uno de ellos le atropelló un coche antes de responder y tuvieron que enterrarlo a toda prisa, ya que olía a muerto desde mucho antes.
De todas formas, por si algún familiar o taxidermista quiere reclamar su cuerpo, en estas tumbas improvisadas están inscritos con información relevante, como las iniciales del fallecido y el número indicativo.
Actualmente están en desuso debido a que ya daba mucho el cante.
De todas formas ahora se recogen los cadáveres con una pala de obra, se tira a la parte trasera de una camioneta y se arrojan al punto limpio más cercano.
Mucho más práctico y ecológico.