Moldavia: Derechos LGBT Se Visibilizan En Campaña De Accesión A La Unión Europea

Publicado el 20 marzo 2011 por Daniela @lasdiosas

La activista Anastasia Danilova explica cómo la campaña de Moldavia para unirse a la Unión Europea ofrece ciertas oportunidades y propicia algunas reacciones en contra de los derechos de las personas LGBT.

iendo una de las muchas economías de la antigua Unión Soviética que luchan por sobrevivir, Moldavia se encuentra actualmente en una encrucijada entre años de desesperación a futuro y las oportunidades asociadas a su posible accesión a la Unión Europea (UE). Plagada de inestabilidad política en años recientes, una creciente emigración de su gente joven y disputas territoriales en curso con Rusia, sus recientes elecciones han resaltado marcadas discrepancias entre el cambio y “más de lo mismo”.

Anastasia Danilova, defensora de los derechos de las mujeres y activista de Gender Doc-M, la organización más antigua en el espacio post-soviético que trabaja con personas LGBT, conversa sobre la discriminación cotidiana, el papel de la iglesia y la diferencia que la campaña de Moldavia para unirse a la UE podría marcar dentro de la comunidad LGBT del país.

AWID: Muchas personas que nos leen podrían no estar familiarizadas con Moldavia. Cuéntanos un poco sobre este país.

Anastasia Danilova (A.D.): Moldavia es uno de los antiguos estados de la Unión Soviética. Es un país muy cristiano y ortodoxo donde la iglesia tiene un gran poder, incluso en la política y las políticas públicas. Moldavia también es muy pobre en estos momentos, habiendo sufrido devastación económica desde el colapso de la Unión Soviética hace veinte años. Estamos tratando de ser parte de la Unión Europea. A fin de unirse a la UE, el gobierno debe demostrar que observa los principios de derechos humanos, pero esto es diferente en teoría frente a la práctica y está avanzando muy lentamente.

Mientras que la oportunidad de accesión a la UE ha generado una mayor conciencia respecto a los principios de derechos humanos, también ha dado lugar a reacciones en contra de nuestra comunidad LGBT. Algunas personas, incluyendo a nacionalistas, dicen que los europeos nos están influenciando a ser homosexuales, imponiéndonos esto desde afuera. De modo que actualmente hay mucha tensión en torno a la accesión a la Unión Europea, por esta y otras razones.

AWID: En estos momentos, ¿cómo es la situación para las personas LGBT en Moldavia?

A.D.: Como ya mencioné, la iglesia tiene mucho poder en Moldavia y denuncia públicamente la homosexualidad como un pecado. Aquí es muy difícil pronunciarse en contra de la iglesia; el 90 por ciento de la población se identifica como cristiano.

Cada día las personas LGBT enfrentan discriminación en sus hogares, en escuelas, lugares de trabajo y espacios públicos. Por ejemplo, niños y niñas de quienes se sospecha que son gay o lesbianas o se sabe que tienen una madre lesbiana o un padre gay sufren hostigamiento en las escuelas. Muchas personas son expulsadas de sus hogares y lugares de trabajo si hablan sobre su orientación sexual o la expresan. Recientemente traté de conseguirle un lugar en un albergue para víctimas de violencia doméstica a una lesbiana que había sufrido abuso por parte de su familia, pero el albergue se negó a recibirla porque es lesbiana. Las personas LGBT también son rutinariamente expulsadas de restaurantes y bares.

Las personas LGBT que viven en áreas fuera de la ciudad capital, Chisinau, enfrentan aun más problemas porque muchas de estas áreas son políticamente inestables y su situación económica es aun peor, incluyendo la región de Transnistria, que está ocupada por tropas rusas y bajo disputa. Por razones de seguridad, muchas de esas personas tienen parejas del sexo opuesto y viven de esta manera el resto de sus vidas. Las personas LGBT en áreas remotas y rurales no tienen acceso a apoyo o servicios. En general es más seguro estar en Chisinau si eres LGBT.

AWID: ¿Castiga la ley a las personas LGBT?

A.D.: No, la homosexualidad fue despenalizada en 1993, al igual que en otros países de la antigua Unión Soviética. Hemos estado trabajando con una coalición de ONG para redactar e impulsar una ley contra la discriminación, la cual abordaría las necesidades no sólo de LGBT sino también de personas con discapacidad, personas de la tercera edad e integrantes de la comunidad romaní. Ha sido difícil lograr que se apruebe esta legislación debido a que ahora mismo tenemos una situación política realmente inestable, en la cual mucha gente está insatisfecha con los líderes actuales y cuestiona la integridad de los procesos electorales, pero continuamos trabajando en esto.

AWID: ¿Qué más están haciendo las organizaciones LGBT dentro de Moldavia?

A.D.: Publicamos dos revistas para generar conciencia sobre la orientación sexual y la diversidad sexual. Una de ellas va dirigida al público en general y la otra a la comunidad LGBT. Las revistas incluyen poemas e historias, además de información sobre legislación y políticas. Nos gustaría producir algunas películas, pero generalmente la gente tiene miedo de mostrar sus rostros de manera tan pública.

También organizamos seminarios sobre la diversidad sexual para personal médico, trabajadores sociales, psicólogos, agentes de policía, periodistas y estudiantes. Más allá de esto, no tenemos muchos canales para hablar sobre los asuntos más públicamente, excepto cada año en nuestro Festival del Orgullo, de tres días. El festival tiene una amplia cobertura mediática. Durante esos tres días, todos los canales nacionales hablan de la homosexualidad y de Gender Doc-M.

AWID: ¿Hay esfuerzos dirigidos específicamente a las mujeres?

A.D.: El movimiento de mujeres, en general, es muy débil en Moldavia. Gender Doc-M sí tiene un programa cuyo objetivo concreto es empoderar a mujeres lesbianas y bisexuales. El 11 de octubre del año pasado organizamos una manifestación sorpresa. La idea era que escribieras y exhibieras una frase sobre ti – por ejemplo, “Tengo ojos verdes”, “Soy mujer”, etc. Tres chicas escribieron: “Soy lesbiana”, “Amo a las mujeres” y “La amo”. Algunas de estas jóvenes han empezado a participar en talleres y hablar con otras personas, incluyendo a sus parientes, sobre la diversidad sexual.

AWID: ¿Trabajan ustedes con comunidades LGBT en otros países post-soviéticos?

A.D.: Durante cinco años implementamos un proyecto conjunto con grupos en Armenia, Azerbaiyán, Kazajistán, Georgia, Ucrania y Kirguistán. Tratamos de compartir experiencias, información y estrategias entre nuestros grupos. Por ejemplo, nuestra situación es más parecida a la de Ucrania, pero también hay algunas similitudes entre nuestra situación y la que hay en Kazajistán debido a la influencia del islam allí.

AWID: ¿Qué es lo más reciente en cuanto a la defensa de los derechos humanos por parte del gobierno como un medio hacia la accesión a la UE?

A.D.: En las últimas elecciones, muchas personas votaron por partidos que decían que iban a defender los derechos humanos. Algunos de esos partidos fueron electos pero, transcurrido más de un año de estar en el poder, no mucho ha cambiado. Es más, cuando hemos tratado de hablar con ellos sobre los derechos humanos o la legislación contra la discriminación, ya sea tras puertas cerradas o a través de manifestaciones públicas pacíficas, nos han negado la oportunidad de hacerlo.

AWID: ¿Cuáles son algunas de tus esperanzas para el futuro inmediato?

A.D.: Creo que las actitudes en nuestro país están cambiando lentamente. Debido a la falta de oportunidades dentro de Moldavia, muchas personas jóvenes van a estudiar o trabajar en Rumanía y otras naciones europeas. Cuando regresan parecen estar más libres de prejuicios y abiertas a los cambios sociales. Seguiremos impulsando esta legislación contra la discriminación y generando conciencia sobre la diversidad sexual, además de apoyar a personas LGBT individuales. Todas estas cosas tienen que hacerse simultáneamente.

Por Masum Momaya

Fuente: Notas de los Viernes de AWID, 18 de marzo de 2011. Traducción del inglés: Laura E. Asturias. Título original: ‘LGBT Rights Made Visible in Moldova’s Quest to Join the European Union’