MOLLEJAS DE CORDERO CON PEDRO XIMÉNEZ (Aperitivo)

Por Rodrigo Rodrigo Martin Antoranz
Hay platos que no son para todos los públicos, pero no por eso dejan de ser una maravilla culinaria. La casquería en general tiene defensores y detractores. Yo soy del primer grupo. En mi mente siempre quedarán para el recuerdo los sesitos que me preparaba mi madre o el hígado de ternera a la plancha. Éramos otra generación, nuestros paladares se hacían a todo...
En esta ocasión me dejo seducir por Lazy Blog (Pakus) para preparar unas mollejas de cordero lechal aromatizadas con Pedro Ximénez. Como bien apunta Pakus, las mollejas son unas glándulas que tienen los corderitos mientras son lactantes, de ahí su sabor a leche. Es imprescindible comprarlas muy frescas y saber prepararlas, limpiarlas y manipularlas para extraer toda la esencia de este manjar. Os animo a probar este bocado, es adictivo y muy nuestro. 
Rápido, dulce, crujiente, original... Un plato de éxito absoluto. ¡Mandiles arriba!


Ingredientes 

  • 1 bandeja de mollejas de cordero lechal
  • 20-30 ml de Vino Pedro Ximénez (Don PX) 
  • 1 chorrito de jugo de carne
  • Sal y aceite de oliva
Tiempo
  • 80 minutos 

Lo primero de todo es la ardua (aunque divertida) tarea de limpiar bien las mollejas de telillas y otras impurezas, para encontrarnos un bocado limpio y crujiente.
Colocamos las mollejitas en un bol con agua y hielo. Las dejamos reposar 1 hora para irlas desangrando. NOTA: Deberemos cambiar el agua y el hielo para eliminar los restos de sangre que puedan ir quedando. 

Una vez que haya pasado el tiempo de espera, sacamos las mollejas y las secamos bien. Con ayuda de unas tijeras vamos a ir quitando las telillas y limpiándolas bien. Las troceamos y reservamos.

En una sartén añadimos 2 cdas de aceite de oliva y salteamos las mollejas a fuego vivo y removiendo constantemente para que se hagan bien por ambas caras. Añadimos sal al gusto.
Cuando tengan ya un aspecto doradito, vertemos el Pedro Ximénez y el jugo de carne. Bajamos el fuego a la mitad y dejamos reducir hasta que se caramelicen las mollejas.
Servimos en una bandeja y ya tenemos listo un entrante fantástico con un toque dulzón. ¡Que aproveche, hitchcookian@s!