MOLLETES DE ALBAHACA (Receta sencilla de pan)

Por Rodrigo Rodrigo Martin Antoranz
Esta sencilla y aromática receta de pan casero se la dedico abiertamente a Daniel Jordá por abrir mi mente al maravilloso mundo de las harinas, las levaduras y la pasión panera. Hoy os presento unos molletes de albahaca muy fáciles de preparar y que os supondrán una delicia para el desayuno o para una cena a cámara rápida - siempre y cuando ya los tengáis hechos, claro -. 
Untados con tomate rallado, como acompañamiento de una fresca ensalada o como bocadillo (que bien quedaría con unos tomates en rodajas y unas lonchas de mozzarella) este mollete destaca por su inconfundible aroma de albahaca que lo impregna todo de frescura. 

Es la hora de llenaros las manos de harina, de jugar en la cocina y de lanzaros a la maravillosa odisea de crear vuestros propios panes. Es un trabajo que poco a poco iréis perfeccionando (yo el primero) y que os llenará de satisfacción. Palabra de The Hitchcook. Pues ya sin más, toca arremangarse y disfrutar de un viaje a las entrañas del mundo panadero. ¡Mandiles arriba!

Ingredientes (6 molletes)
  • 500 grs de harina de fuerza
  • 250 ml de agua
  • 10 grs de aceite de oliva Virgen Extra
  • 12.5 grs de Levadura fresca (media pastilla)
  • 50 grs de albahaca fresca
  • 7 grs de sal
  • 3 grs de azúcar 
Acompañamiento opcional
  • Tomate rallado
  • 2 dientes de ajo
  • Aceite de Oliva Virgen extra y sal
Tiempo
  • 1 hora y 40 minutos (entre preparación y tiempos de reposo)

Lo primero de todo será crear un "falso pesto". Para ello trituramos las hojas de albahaca - limpias y secas - con unos 100 o 110 ml de agua y la sal. Reservamos.
Por otro lado diluimos la levadura fresca en el resto del agua (unos 140 o 150 ml). NOTA: Que el agua esté tibia. 
En un bol amplio mezclamos la harina de fuerza con el azúcar. Con las manos, que hacer pan significa mancharse, disfrutar, sentir los ingredientes. Agregamos el agua con la levadura y la mezcla de albahaca. 

Mezclamos en el bol, incorporamos el aceite de oliva y seguimos con la faena. Cuando tengamos la masa mezclada la sacamos y la trabajamos sobre una superficie lisa y bien limpia durante 10 minutos, hasta que nos quede compacta. 
Formamos una bola, la volvemos a colocar en el bol y dejamos que repose tranquilamente durante 30-40 minutos cubierta con un paño de cocina. Debe doblar su volumen.

Pasado ese tiempo - que habrás empleado para hacer lo que más te plazca - sacamos la bola y vamos sacando porciones de 120 grs con ayuda de una rasqueta o un cortador de panadería.


"Boleamos" cada porción espolvoreando un poco de harina en la mesa de trabajo y las volvemos a cubrir con un paño para dejarlas reposar y que fermenten otros 45 minutos más.

Precalentamos el horno a 180º, calor arriba y abajo.
Extendemos papel sulfurizado (de horno) en una bandeja y colocamos cada panecillo encima. Les practicamos unos cortes con una puntilla en la parte superior y los horneamos durante 15-20 minutos. NOTA: Para provocar vapor podemos pulverizar un poco de agua en el interior del horno.


Sacamos con cuidado a una rejilla y dejamos que se enfríen. Ya sólo nos queda darle el uso que más nos apetezca. 
Yo te dejo mi opción de desayuno: partimos por la mitad cada mollete y lo pasamos ligeramente por la sartén para que se tueste la miga, frotamos un poco de ajo, añadimos un par de cucharadas de tomate rallado y regamos con buen aceite de oliva Virgen Extra. La combinación con el aroma de la albahaca despierta a cualquiera. 
¡Que aproveche, hithcookian@s!