Hay personas a las que parece que no les ocurran, pero eso es lo que pensamos el resto (confío en ello.....) Estoy segura de que incluso Angelina Jolie tiene esos momentos #ceroglam.
Yo descubrí mi faceta #ceroglam a temprana edad.
Puedo decir claramente cuándo ocurrió: tenia yo como 13 años.
También te puedo decir cómo iba vestida en ese momento:pijama chino rosa palo comprado en Canarias por mis tías abuelas.
Y ¿qué pasó? Pues que uno de mis tíos jóvenes (15 años más que yo) me animó a hacerle una demostración gimnástica en el salón de mi casa mientras intentaba entretenernos a mis 3 hermanas y a mí. Yo creo que me veía a mi misma como un Nureyev femenino. Cercana a Maya Plisestkaya, porque empecé a dar gráciles vueltas por el salón, y finalmente decidí demostrar mi verdadera cualidad:el pino contra la pared.
Preparada, respirando, lanzo mis manos al suelo y levanto las piernas que se apoyan delicadamente contra la pared....al tiempo que mi preciosa camisa de pijama chino rosa resbala desde mi cintura de 13 años y me tapa la cara ....dejando toda la carne y las incipientes y recién crecidas vergüencitas al descubierto. Si todavía piensas que no es para tanto, tienes razón. El verdadero #ceroglam viene en ese momento en que mis manos decidieron que debían tapar mis vergüenzas ....olvidando que sujetaban el resto de mi cuerpo....y caí de cabeza. Descabezada, dolorida, con un pijama rosa chino (que incrementaba el dolor del golpetazo a mi amor propio) , y con mi tío rojo como un tomate intentando aguantarse la risa mientras se aseguraba de que estaba bien, salí corriendo del salón. No recuerdo haber cenado ese día....seguramente estaba llorando sobre mi edredón como en las pelis de adolescentes.