¡Buenos días a tod@s! Después de tanto tiempo puedo decir que por fin estoy de vacaciones y estaré un poco ausente por aquí porque ando de viaje intentando desconectar un poquito. A los que estéis de vacaciones también, espero que lo paséis genial y los que hayáis tenido que volver a la rutina, no pasa nada, ahora toca pensar en las siguientes.
El miércoles pasado estuve en uno de esos conciertos que te dejan tan buen sabor de boca que se hace inolvidable e imprescindible. El concierto en cuestión fue del grupo catalán Love of Lesbian en la madrileña Casa de Campo, durante Los Veranos de la Villa, uno de esos festivales al aire libre que se celebran en Madrid con motivo del buen tiempo y que ofrecen espectáculos de lo más variado para poder disfrutar las noches cálidas en Madrid y que el quedarse en la ciudad en el verano no sea tan dramático.
Cuando empecé a escuchar las canciones de este grupo, me encantaron. Las letras están llenas de sentimiento, emoción y sobretodo: todas cuentan alguna historia, algunas más tristes, otras más conocidas, otras de situaciones en las que todos hemos estado y otras que te hacen arrancar una sonrisa.
El concierto fue una gran oportunidad para poder disfrutar de un directo increíble donde todas las piezas encajaron perfectamente. Santi Balmes, el vocaista nos deleitó con una voz que si cerrabas los ojos parecía que estabas escuchando el disco, al igual que el resto de instrumentos que hicieron de la velada una noche mágica. Además, todo acompañado de un humor muy característico que en más de una ocasión hicieron que no pudiéramos parar de reír, algo que después de un buen rato de pie bailando y cantando, se agradeció para relajar el ambiente.
El repertorio que tocaron fue un pequeño recorrido por sus canciones más emblemáticas como 1999, La niña inmantada, El ectoplasta… pero el público estalló a cantar y bailar con la movida: Club de fans de John Boy, una de las más conocidas. La gente respondió tan bien que parecía que la Casa de Campo iba a salir ardiendo y casi las voces se podían escuchar desde cualquier rincón de Madrid.
En definitiva, el espectáculo fue genial y desde ahora creo que soy un poco más fan de John Boy. Aún no me puedo quitar de la cabeza….Cuando te crezcan algunas plantas y por culpa de las malas lenguas quieras hacer maniobras de escapismo, puedes irte al lugar donde en 1999 solías gritar con tu niña inmantada donde había incluso incendios de nieve, pero por culpa de un electoplasta la perdiste y gritaste: Miau!!
xoxo
Nerea