Los cimientos de este drama familiar son unas demoledoras interpretaciones, que además de cautivar y provocar, también acaban agotando, lo cual se ve incrementado por un oclusivo formato de imagen. Y aunque esta sea la intención de los responsables de la película, el agobio hace acto de presencia con situaciones en las que el insoportable y reiterativo comportamiento extremo de la pareja protagonista, puede eternizar sus dos horas y cuarto de duración. Tras ganar el premio del jurado en Cannes 2014, y recibir excelentes valoraciones de público y crítica, las expectativas eran altas, y aún teniendo escenas de enorme elegancia visual llenas de emotividad, por desgracia no las ha cumplido.Mi puntuación: 5/10