Monasterio de Leyre y Sangüesa

Por Mteresatrilla


Sin ser demasiado extensa, la Comunidad Foral de Navarra tiene un gran patrimonio románico con algunos ejemplos muy destacables.Si os gusta el arte románico y viajáis por aquellas tierras no os podéis perder dos joyas: el Monasterio de San Salvador de Leyre y la Iglesia de Santa María la Real, en Sangüesa. Tan sólo unos 15 kilómetros separan ambos lugares por lo que se pueden visitar perfectamente en una mañana bien aprovechada. 
MONASTERIO DE SAN SALVADOR DE LEYRELeyre es un monasterio milenario que llegó a ser uno de los más importantes de la España reconquistada, panteón de los primeros Reyes de Navarra y un centro espiritual de peso.En el siglo IX existía ya un monasterio el cual fue destruido por los musulmanes y posteriormente (S. XI) reconstruido. Desde el siglo XIII estuvo habitado por monjes cistercienses los cuales emprendieron una gran ampliación en el siglo XIV.

Embalse de Yesa, a los pies de la Sierra de Leyre

Como en tantos otros monasterios se repite la misma historia y tras un período de esplendor llegó una etapa de decadencia. Debido a la desamortización de Mendizábal desapareció la vida monástica la cual se restauró aproximadamente un siglo después (1954) gracias a los monjes benedictinos de Santo Domingo de Silos, que son quiénes lo ocupan actualmente aunque el edificio es propiedad de la Comunidad Foral. La Iglesia separa el Monasterio nuevo, donde se encuentran las instalaciones de la comunidad monástica, del Patio y el Monasterio viejo donde está la hospedería y restaurante.


Ábside de la Iglesia del Monasterio de Leyre

Éramos las dos únicas almas por lo que no se realizó visita guiada. De todas formas, ya habíamos estado en Leyre hacía algunos años y con el par de folletos informativos que nos facilitaron, fue suficiente.

Antiguo monasterio, hoy la hospedería

Tras comprar la entrada (2.75€), nos dirigimos al Patio de la Hospedería.En este patio abierto se encontraba el claustro del monasterio medieval que tras los años de abandono fue desapareciendo hasta quedar en nada.Lo que sí podemos admirar es una puerta románica de tres arcos, muy simple y sin ningún tipo de decoración, que comunicaba el claustro con la Iglesia (S. XI).


Puerta románica que comunicaba el claustro con la Iglesia

Seguimos hasta la puerta principal de la Iglesia, la llamada Porta Speciosa, que significa puerta preciosa, un calificativo acorde a su rica y bella decoración, con figuras y símbolos que hablan un lenguaje que todos podían comprender.El Tímpanoestá presidido por Cristo en el centro y a su lado la Virgen, San Pedro, San Juan y dos evangelistas, descansando sobre unas ménsulas con cabeza de toro y de león.En las arquivoltas y columnas encontramos seres fantásticos y reales, animales y vegetales, monstruos alados, ángeles y profetas que simbolizan el bien y el mal en sus diferentes manifestaciones. Sobre los arcos se encuentra el Friso, donde se observan diferentes santos, un monstruo, el diablo atrapando un alma y Jonás con la ballena.


Porta Speciosa. Iglesia del Monasterio de Leyre


Detalle de la Porta Speciosa


Detalle de la Porta Speciosa

La Iglesia se encuentra actualmente en obras de restauración. A pesar de ello, nos dejaron la llave para poder ver algo su interior aunque fuera entre andamios. La cabecera y el altar son del siglo XI, mientras que la nave central es del siglo XII, resultado de una ampliación en la que también se construyó la magnífica Porta Speciosa. Todo es románico a excepción de la bóveda que corresponde a una reforma del siglo XVI que se hizo para sustituir el antiguo techo de madera.Si la Porta Speciosa por sí sola ya merecería una visita a Leyre, no es ésta la pieza más valiosa del Monasterio. Se trata de la Cripta, uno de los monumentos románicos más antiguos ya que fue consagrada en 1057. Está situada bajo la Iglesia pero se accede a ella desde la recepción, donde se encuentra la taquilla. Tras abrir la puerta, la más antigua del monasterio, aparece un bosque de columnas, capiteles y arcos cuya construcción no tenía otra finalidad que salvar el desnivel del terreno y servir de cimiento de la Iglesia, lo que explica también sus grandes dimensiones. Sin embargo, a lo largo de los siglos ha tenido diferentes utilidades como custodiar las reliquias de los monjes, almacén, despensa o refugio de pastores y peregrinos durante las épocas de abandono.


Cripta. Año 1057


Cripta


Cripta

Según nos explican, debido a las obras de restauración de la Iglesia se han celebrado en la cripta algunas misas solemnes como la de Navidad, Fin de Año y la de Reyes (que se celebraría el día siguiente a nuestra visita) mientras que las misas ordinarias se celebran en la Sala Capitulardel Monasterio Tras mostrar interés por escuchar una misa cantada y al ser los únicos visitantes aquel día, muy amablemente nos invitaron a entrar a las estancias privadas de los monjes lo que aceptamos encantados. Sentados en la magnífica sillería de la Sala Capitular escuchamos toda la misa cantada en latín y nos sentimos unos privilegiados de poder vivir aquel momento en un lugar tan emblemático.


Sala Capitular del Monasterio


Sala Capitular

SANGÜESATras despedirnos del Monasterio de Leyre nos dirigimos a Sangüesa (Zangoza en euskera), una animada localidad de unos 5000 habitantes. La joya románica que comentaba al principio no es otra que el monumental pórtico de la Iglesia de Santa María la Real, uno de los más importantes ejemplos del arte medieval navarro.


Iglesia de Santa María la Real


Puente sobre el río Aragón 

La Iglesia se encuentra en el margen izquierdo del río Aragón, junto al puente y en su origen fue la capilla del Palacio del Rey Sancho Ramírez que se levantó a finales del siglo XI. En 1131, Alfonso I el Batallador donó el palacio junto con la Iglesia a los Caballeros de San Juan de Jerusalén que la ampliaron y convirtieron en parroquia.

Iglesia de Santa María la Real

El Tímpano del pórtico es de una gran belleza. Igual que habíamos visto momentos antes en la Porta Speciosa de Leyre, se presenta a Cristo en el centro de la escena quien juzga a vivos y a muertos, separando los salvados de los condenados con cuatro trompeteros que anuncian la gloria y el castigo del señor, San Miguel con la balanza en la mano y la Virgen María como la reina de los apóstoles. Completan la escena varios santos, héroes, animales, confundiéndose la realidad de la fantasía, lo cotidiano de lo supremo, con la única finalidad de transmitir mediante la escultura el mensaje del camino a seguir.

Pórtico de Santa María la Real


Tímpano del pórtico de Santa María la Real


Detalle del pórtico de Santa María la Real


Detalle del Pórtico de Santa María la Real

Además de la Iglesia de Santa María la Real, Sangüesa tiene otros monumentos tanto civiles como religiosos que no deben pasar por alto.Pasear por la Calle Mayor es un placer ya que podremos ver varios palacios con magníficas fachadas, a pesar de que algunos de ellos están en un estado de conservación bastante deplorable. Es la calle que va desde la Plaza de los Fueros hasta el río, donde se encuentra la Iglesia de Santa María la Real ya comentada.


Calle Mayor de Sangüesa


En la Calle Mayor


Otra imagen de Santa María la Real

Uno de los palacios más interesante es el Palacio de Añués, casa gótica típica del siglo XV con gran puerta y detalles ornamentales en las ventanas.


Palacio de Añués


Palacio de Añués


Palacio de Añués

Otros ejemplos son:Palacio de los Sebastianes, del gótico tardío (S. XV) y que perteneció a la rica familia de los Sebastianes, comerciantes locales y prestamistas de los Reyes de Navarra.

Palacio de los París Iñiguez Abarca (S.XVI) de estilo renacentista. La planta alta tiene una galería de arcos de medio punto y alero de madera.

Palacio de los marqueses Ongay-Vallesantoro (S.XVII) de estilo barroco.En la calle Mayor se encuentra también la Casa Consistorial, construida sobre unas grandes arcadas que dan a un espacio abierto, la antigua Plaza de Armas hoy conocida como La Galería que conduce al Palacio de los Reyes de Navarra o Castillo Palacio del Príncipe de Viana.





Casa Consistorial


La Galería, antigua Plaza de Armas 


La Galería y Casa Consistorial

Hay que tener presente que cuando Navarra se separó de Aragón en 1134, Sangüesa quedó en la frontera, por lo que se amuralló quedando protegida en su lado norte por el Castillo que había construido en el siglo XI el Rey Sancho Ramírez. Posteriormente fue residencia del Rey Carlos II y fueron muchos los monarcas navarros que pasaron largas temporadas.


Palacio Príncipe de Viana


Torres almenadas del castillo Palacio Príncipe de Viana

También destaca la Iglesia de Santiago el Mayor con la imagen del santo sobre la concha jacobea. Se trata de la parroquia principal de la ciudad y se inició en el siglo XII para cobijar a la multitud de peregrinos de la Ruta Jacobea que no cabían en Santa María. Su construcción finalizó en el siglo XIV. Igual que en Leyre, también habíamos estado anteriormente en Sangüesa pero nos gustó visitar de nuevo la ciudad ya que teníamos los recuerdos algo borrosos.


Iglesia parroquial de Santiago el Mayor


Santiago y los peregrinos


Pórtico de la Iglesia de Santiago el Mayor

Si sobra tiempo, se puede completar el día haciendo una visita al Castillo de Javier, lugar donde nació San Francisco Javier, patrón de Navarra, otro lugar muy emblemático.