El peligro de dejarse guiar
Como sabéis, vivimos unos tiempos convulsos en cuanto a temas económicos y políticos. Por eso no es de extrañar que el cine haya querido exprimir el descontento general y explotarlo para atacar a algunas esferas que, sinceramente, se suelen merecer el ataque. Por suerte, no todas las cintas se centran en la demonización de esas personas y de las cercanas a ellos, sino que algunas intentan profundizar más y mostrar una historia más cercana sin dejar una sensación de ataque gratuito.
Money Monster cuenta la historia de Lee Gates (George Clooney), un gurú televisivo de las finanzas que recomienda inversiones desde su programa. Después de una mala inversión guiada por las palabras de Lee, Kyle Budwell (Jack O'Connell) decide secuestrar a Lee y su programa en directo a punta de pistola y pedir lo que él considera que es suyo.
Dirigida por la doblemente ganadora del Premio Oscar Jodie Foster, Money Monster es al mismo tiempo una película muy arquetípica y una que busca el corazón de la historia y se preocupa por sus personajes más de lo normal. Si he de ser sincero, fui a ver la cinta con una idea bastante errónea de lo que iba a encontrarme, y eso hizo que la sorpresa fuera mayor aún.
Otro acierto de la película es la elección de los personajes principales, dando todo el peso de la película a un George Clooney (Syriana, Los Descendientes) que derrocha carisma en cada plano, y que sabe hacer que el espectador le odie y acabe amandole de forma magistral, y a un Jack O'Connell (Invencible) que compone un personaje frágil y creible para todo el mundo. Tampoco se puede obviar el trabajo de Julia Roberts (El Secreto de una obsesión) haciendo de la productora del programa y principal responsable del mismo.
En resumen, Money Monster es una película que recomiendo encarecidamente a todas las personas que disfruten de un buen thriller y unas actuaciones a la altura. No esperéis una revolución en el género, pues no la encontraréis, solo id a verla con la mente abierta y dispuestos a que os cuenten una historia que, aunque la hayas visto un montón de veces, os sorprenderá por su capacidad humana de conseguir que empatices con los personajes. No perdáis más tiempo, id al cine, compraos las palomitas más grande que hayan y disfrutad de esta película.