Empezó en Teletiempo de Vía Digital tal día como hoy en 1997. A partir de 2001 estuvo en TV3.
Llegó a RTVE en 2008 como chica florero del tiempo, etapa que aprovechó para hacer negocios turbios con su empresa familiar que realizaba servicios meteorológicos para otras empresas basados en los servicios del departamento de información meteorológica de TVE. La suspendieron de empleo y sueldo. Se libró del despido por los pelos.
Si no estuviese a sueldo de la PSOE, como poco se hubiese sentado delante de un juez por sus chanchullos.
No fue hasta 2020 cuando ascendió a mamporrera de Pedro Sánchez presentadora con el programa La Hora de La 1. Para ello, purgaron a María Casado, que era de derechas. El acento de su apellido se dio la vuelta y se españolizó. También se compró unas rodilleras.
Ya desde el primer programa se le vio el plumero. Entrevistó masajeó a Pedro Sanchez de lo lindo. Aún así, se pegó una leche en audiencias, que no llegó ni a la mitad de sus competidores. De hecho, perdió casi un 30% de audiencia. Desde entonces se ha ido desangrando en audiencias. Mucho tiene que ver que cuando entrevista a gente de derechas saca el cuchillo y a los de izquierda los masajea. Nada importante, ya que su objetivo no es precisamente la audiencia.
Eso sí, como mamporrera sociata no se gana la vida, se lleva zascas a diario. Quiso ganar puntos contra Abascal y gente de Vox, pero salió trasquilada todas las veces.
En cuanto haya un cambio de gobierno será purgada, cosa que no pasaría si se hubiese quedado con sus borrascas, isobaras y ciclogenesis explosivas.