Monitorización parental y consumo de cánnabis

Por Oliva23


La monitorización parental se refiere fundamentalmente al conocimiento que los padres tienen sobre las actividades, los amigos, y los lugares que frecuentan sus hijos en su tiempo libre. Es una dimensión fundamental del estilo parental por su importancia para prevenir los problemas comportamentales, sobre todo durante la adolescencia. Si existían algunas dudas acerca de su eficacia preventiva, un reciente meta-análisis que ha sido publicado en “Perspectives on Psychological Sciences” confirma el vínculo entre la monitorización parental y el consumo de cánnabis en adolescentes. El meta-análisis se llevó a cabo sobre 25 muestras independientes procedentes de 17 estudios empíricos, que recogían información de 35.367 participantes.
Los resultados fueron concluyentes, ya que indicaron que la relación entre la información que los padres tenían sobre aspectos de la vida de sus hijos (amistades, actividades) y el consumo de marihuana alcanzó un tamaño del efecto de -.21, lo que apoya la eficacia de la monitorización parental para prevenir el consumo de esta sustancia. Aunque resulta razonable pensar que los estudios que encuentran relación significativa entre estas variables tienen más probabilidad de publicarse que los que no hallan relación (file-drawer effect), los autores especifican que hubieran sido necesarios 7.358 estudios en los que se encontrase un tamaño del efecto nulo para poder compensar a los estudios que sí encontraron una relación significativa.
El meta-análisis también aportó algunos datos interesantes, como que el tamaño del efecto referente a la asociación entre monitorización y consumo fue mayor en chicas que en chicos; o cuando los estudios eran transversales, ya que en los longitudinales, la magnitud del efecto bajó a -.10. Este decremento no debe sorprendernos, ya que cabe pensar que la asociación entre conocimiento parental y consumo de marihuana puede deberse, al menos en parte, a que los consumidores serán menos proclives a informar a sus padres sobre quiénes son sus amigos, o qué hacen en su tiempo libre, pues anticiparán que muchas de sus actividades no serán del agrado de sus padres. En los estudios transversales sólo es posible confirmar la asociación no el sentido de la influencia, mientras que en los longitudinales sí es posible controlar si el conocimiento influye sobre la reducción del consumo, o si es el bajo consumo en que lleva a los adolescentes a informar más a sus padres, pues tienen menos que ocultar.
Por lo tanto, los resultados de este meta-análisis sugieren que una estrategia eficaz para reducir el consumo de estas sustancias es que los padres muestren interés por estar informados sobre las actividades y amistades de sus hijos, y, como apuntaron Stattin y Kerr (2000), la mejor fórmula para estar informados es la revelación, es decir, cuando los hijos informan a sus padres por propia iniciativa. Y claro, es evidente que eso será más probable en un clima de confianza interparental, lo que nos lleva de nuevo a destacar la importancia de la comunicación y el afecto en las relacines entre padres e hijos adolescentes, no sólo para fomentar su ajuste emocional y su autoestima, sino también para evitar el consumo de sustancias.
Lac, A. & Crano, W. D. (2009). Monotoring matters. Meta-analytic review reveals the reliable linkage of parental monitoring with adolescent marijuana use. Perspectives on Psychological Science, 4 (6), 578-585.